Así se hace la mejor bomba de piscina según la ciencia
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¿Cuándo fue la última vez que te diste un chapuzón en la piscina? ¿Fue espectacular o decepcionante? En Nueva Zelanda, saben perfectamente cómo causar una buena impresión con un salto.
Todo gira en torno al Manu: un salto en el que te sumerges de culo en el agua para lanzar una gigantesca columna de agua. Ahora, la ciencia por fin ha descubierto qué hace que ese chapuzón sea perfecto.
Los investigadores vieron docenas de videos de entusiastas de Manu en TikTok y YouTube. Luego, se pusieron a trabajar con robots de buceo impresos en 3D, cámaras de alta velocidad y grandes cubos de agua. ¿Sabes qué? El chapoteo ideal no se trata de la fuerza con la que se golpea el agua, sino de la técnica.
La posición ganadora es una V pronunciada. El saltador entra al agua con el cuerpo en un ángulo de unos 45 grados, con las piernas y el torso inclinados hacia afuera y los glúteos hacia adelante. Lo que sigue es el elemento más importante: un rápido giro hacia atrás bajo el agua, combinado con una extensión repentina del cuerpo. Esto crea una gran burbuja de aire bajo la superficie, que luego colapsa y explota hacia arriba como una fuente. Éxito garantizado.
Pero cuidado: el tiempo lo es todo. ¿Te estiras demasiado pronto? La burbuja se escapará antes de formarse por completo. ¿Demasiado tarde? La burbuja se habrá derrumbado y te perderás tu entrada espectacular. Según experimentos con los llamados splashbots, el secreto está en desplegarse aproximadamente a la mitad de la caída bajo el agua. Unos milisegundos pueden marcar la diferencia entre un aplauso y un chapoteo débil.
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El Manu no es solo un juego de ocio: es un deporte serio. Desde 2024, incluso existe un campeonato mundial de bombardeo: el Z Manu World Champs. Los participantes no solo son evaluados por la altura de los chorros de agua (¡a veces más de 10 metros!), sino también por su estilo, sonido y valentía. Medir es saber: los jueces ahora incluso utilizan micrófonos subacuáticos y plataformas de análisis especiales para evaluar el salto perfecto.
Sin embargo, los expertos enfatizan : tiene que seguir siendo divertido. No se trata solo de números, sino principalmente de diversión, y un poco de caos forma parte de ello. Porque, ¿qué hay más divertido que volcar la piscina con un chapuzón exagerado?
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