El jugador de hockey Burg aspira al oro en la Eurocopa tras un periodo difícil

"Me siento como mi Joosje de siempre", dice Burg. "Fresca, afrutada, feliz y con ganas de empezar. Tengo muchas ganas. Extrañé esa sensación durante un tiempo: no es para mí. Soy una persona con muchas emociones y alegría, pero no la sentí en los primeros meses tras ganar el oro olímpico".
Todo fue diferente a lo que imaginaba. Me habían advertido sobre el agujero negro después de los Juegos, pero pensé: eso no me va a pasar. Resultó ser más duro de lo esperado. También lo noté físicamente. Constantemente me dolía algo. Si no era la rodilla, era el glúteo, la pierna o el cuello. Mentalmente, estaba bastante bien, aunque noté que estaba un poco más plano.
Desgarro en el tendón de la corva izquierdo
En abril, se rompió el isquiotibial izquierdo durante el calentamiento para la Copa de Oro, un partido que jugó con su club, el Den Bosch. "Al principio, pensé: 'Estaré bien, igual que con la nariz rota en los Juegos'", dice Burg. Pero la lesión resultó ser más grave de lo esperado. "Fue horrible, pero también fue una clara señal de mi cuerpo: se acabó. Mi cuerpo me dijo que me tomara un descanso, en lugar de simplemente seguir adelante. Creo que lo necesitaba, y salí más fuerte. Cuando empecé la rehabilitación, lo supe: este es un nuevo comienzo. Puedo cerrar el ciclo por un tiempo. Nunca dudé de si llegaría al Campeonato Europeo. Pensé: 'Voy a demostrar lo que puedo hacer'".
Las secuelas de su fractura de nariz y no poder jugar la final olímpica en París resultaron ser su mayor desafío. "No jugué el sueño que siempre anhelé, la final olímpica. Fue una decepción. Fue doloroso, y no me rendí antes. Ahora sí. Perderme esa final no hace que el oro sea menos especial. Siento la medalla aún más gratificante ahora que hace seis meses. El objetivo ahora es jugar esa final la próxima vez. Pero primero, tengo que darlo todo en el Campeonato Europeo".
RTL Nieuws