¿Son útiles las calorías en los envases y menús? No, dice la investigación, hace que la gente se sienta insegura.
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¿Odias ver las calorías en los envases y menús? Entonces no estás solo. Una nueva investigación muestra que etiquetar las calorías no ayuda a los consumidores a juzgar mejor qué alimentos son saludables.
En realidad, los hace más inseguros.
La investigación, publicada en el Journal of Retailing , encontró que las personas que tienen en cuenta la información calórica en sus juicios califican los alimentos saludables como menos saludables y los alimentos no saludables como menos nocivos para la salud. ¿El resultado? Sus juicios se vuelven más moderados y dudan más de sus propias evaluaciones. Por lo tanto, las listas de calorías no conducen a mejores elecciones , sino que más bien causan confusión.
En el estudio, a los participantes se les mostraron varios productos diferentes, como una ensalada o una hamburguesa con queso. Luego tuvieron que estimar qué tan saludables los encontraron. Sin información calórica, vieron una clara diferencia entre lo saludable y lo no saludable. Pero una vez que las calorías entraron en escena, esa diferencia desapareció.
Otro experimento descubrió que estimar la cantidad de calorías de un producto socavaba la confianza en el propio juicio. Fue precisamente esa incertidumbre la que hizo que la gente suavizara sus juicios.
Curiosamente, este efecto se produjo principalmente con las calorías y no con otra información nutricional como las grasas o los carbohidratos. Según los investigadores, esto se debe a que las calorías parecen ser un territorio familiar para muchas personas, mientras que en realidad son menos comprendidas. Deidre Popovich llama a esto la ilusión de la fluidez calórica en The Conversation : la gente cree que puede interpretar bien las calorías , pero en realidad se confunde cuando tiene que pensar activamente en ellas.
Los resultados arrojan nueva luz sobre la eficacia de las medidas de salud pública, como el etiquetado calórico obligatorio en los restaurantes o en los envases. En los Países Bajos, actualmente solo es obligatorio indicar las calorías en el envase. Esto no es necesario en los menús. Hay algunos establecimientos de restauración que ya lo hacen, como Joe and the Juice , pero un gran número de empresarios del sector no están (todavía) entusiasmados. Una encuesta realizada anteriormente por la Real Asociación Holandesa de Hostelería mostró que incluso el 67 por ciento de los empresarios no pensaban que fuera una buena idea.
En Estados Unidos, desde 2018, las cadenas con más de veinte restaurantes están obligadas a enumerar todas las calorías en sus menús. En los restaurantes es difícil evitar saber las calorías del plato que hemos pedido.
Los responsables de las políticas asumen que la transparencia conduce a opciones más saludables. Por ejemplo, según un estudio de la Universidad de Liverpool, añadir información calórica a los menús de los grandes establecimientos de restauración podría evitar alrededor de 730 muertes hasta 2041. Sin embargo, esta investigación demuestra que esto está lejos de ser siempre así. En algunos casos, la información sobre las calorías puede ser contraproducente.
Esto no significa que dicha información deba eliminarse. Sin embargo, es importante que esté respaldado con contexto para poder interpretarlo mejor. Ejemplos de ello son el uso de códigos de colores como el sistema del semáforo, o la adición de valores de referencia: qué porcentaje de la cantidad diaria recomendada de calorías contiene un producto.
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Metro Holland