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Coronas misteriosas en Venus. Científicos sorprendidos por los resultados de la investigación

Coronas misteriosas en Venus. Científicos sorprendidos por los resultados de la investigación

"Las coronas no existen en la Tierra hoy en día; sin embargo, podrían haber existido cuando nuestro planeta era joven y antes de que se estableciera la tectónica de placas", dijo Gael Cascioli, autor principal del nuevo estudio de Venus y científico de la Universidad de Maryland, Condado de Baltimore y del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt. “Al combinar datos gravitacionales y topográficos, hemos obtenido nuevos conocimientos importantes sobre los posibles procesos del subsuelo que actualmente están dando forma a la superficie de Venus”, explicó en un comunicado emitido por la NASA.

Anna Gülcher, investigadora de la Universidad de Berna (Suiza) y coautora del estudio, comenta: «Las coronas abundan en Venus. Son estructuras muy grandes, y los científicos han propuesto diferentes teorías a lo largo de los años sobre su formación. Lo más emocionante de nuestro estudio es que ahora podemos afirmar que es muy probable que existan procesos diferentes y aún activos que impulsen su formación. Creemos que los mismos procesos podrían haber estado en funcionamiento en los inicios de la historia de la Tierra».

Similitudes y diferencias entre la Tierra y Venus

Venus, el segundo planeta del Sistema Solar, está clasificado como un planeta rocoso (planeta terrestre). A veces se le llama el planeta gemelo de la Tierra. Tiene un tamaño y masa similar. También hay indicios de que la Tierra y Venus pueden tener una estructura interna similar. Sin embargo, Venus no tiene las placas tectónicas que tiene la Tierra. A pesar de ello, allí se están produciendo procesos tectónicos (y los últimos estudios demuestran que son más numerosos de lo que esperábamos).

Lo que hace que la Tierra y Venus sean tan diferentes es la atmósfera. La atmósfera de Venus se compone principalmente de dióxido de carbono y una pequeña cantidad de nitrógeno. Está cubierta por una capa opaca de nubes de ácido sulfúrico que reflejan bien la luz, lo que hace imposible observar la superficie de Venus desde el espacio (en luz visible). Como resultado, la temperatura en la superficie de este planeta alcanza los 460 grados Celsius y es más alta que la temperatura en la superficie de Mercurio (que está dos veces más cerca del Sol). Las investigaciones sugieren que alguna vez pudo haber habido agua en Venus, pero se evaporó debido al efecto invernadero.

¿Qué son las coronas en Venus?

Las coronas de Venus (en las publicaciones en inglés se utiliza la palabra “corona” (singular) y “coronae” (plural) son enormes estructuras circulares rodeadas de anillos de fracturas dispersas en gran número a lo largo de la superficie del planeta. Se trata de estructuras de origen volcánico. Se cree que se forman donde una columna de material caliente y ascendente del manto de un planeta se eleva, empujando contra la litosfera que está encima de él (la litosfera incluye la corteza de un planeta y la parte más superior de su manto). Su tamaño varía entre decenas y cientos de millas (1 milla equivale a 1,6 km).

Además de las coronas, entre los rasgos característicos del paisaje venusino que no se encuentran en la Tierra se incluyen las farras, es decir, domos volcánicos de cima plana de entre 20 y 50 km de diámetro y 100-1000 m de altura, que se parecen a panqueques (en inglés, las farra también se llaman domos panqueque), y las aracnoides, estructuras compuestas de grietas radiales y concéntricas que se parecen a telarañas.

¿Cómo estudian los científicos Venus? La importancia de la sonda Magallanes

Durante años, una de las mayores barreras para el estudio de Venus ha sido su densa atmósfera, que hace imposible observarlo en luz visible. La situación mejoró en el siglo XX gracias al uso de la espectroscopia, la luz ultravioleta y el radar. En la segunda mitad del siglo XX comenzaron las misiones espaciales con el objetivo de explorar Venus. Una de las misiones clave fue la sonda estadounidense Magallanes, lanzada desde la Tierra el 4 de mayo de 1989. Su tarea era cartografiar Venus mediante radar. Se obtuvieron imágenes con una resolución relativamente alta, superando significativamente las mediciones anteriores. Los datos recogidos por la sonda se refieren tanto a la topografía de Venus como a su campo gravitatorio. Estos datos fueron los que sirvieron de base para los últimos estudios sobre las coronas de Venus.

Los científicos han examinado 75 coronas en Venus. ¿Cómo?

Para determinar el escenario más probable para la formación de coronas en Venus, los investigadores crearon un modelo 3D que simula el flujo de material caliente dentro del planeta. Fue una especie de experimento virtual en el que se probaron diferentes escenarios de formación de coronas. Los resultados se compararon luego con los datos de la sonda Magallanes. Como leemos en un comunicado de prensa de la NASA, los datos gravitacionales, que midieron la fuerza de la gravedad en varios puntos de la superficie del planeta, resultaron innovadores. "Esto se debe a que el material más denso ejerce una mayor atracción sobre los objetos cercanos, mientras que el material menos denso la ejerce más débil. Los datos ayudaron a los científicos a detectar columnas ocultas de material caliente y menos denso que se elevan desde las profundidades de Venus, algo que los mapas de superficie por sí solos no podrían revelar", dijo la NASA en un comunicado.

De las 75 coronas examinadas, 52 mostraron signos de fuerzas subterráneas, lo que indica que la actividad tectónica en Venus puede ser más extendida de lo que se pensaba anteriormente. Los resultados del estudio de las coronas de Venus fueron publicados en la revista Science Advances.

Planes de exploración de Venus de la NASA: Misión VERITAS

Los científicos que estudian las coronas de Venus forman parte del equipo que trabaja en la misión VERITAS. Como parte de la misión se lanzará una nave espacial hacia Venus. La fecha más temprana posible es 2031. «Los mapas de gravedad de Venus de VERITAS mejorarán la resolución al menos dos o cuatro veces, dependiendo de la ubicación. Este nivel de detalle podría revolucionar nuestra comprensión de la geología de Venus y sus implicaciones para la Tierra primitiva», afirmó Suzanne Smrekar, coautora del estudio de la corona de Venus e investigadora principal de VERITAS.

RP

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