Marek Migalski: El engaño de la frecuencia. Participar en las elecciones es un derecho, no una obligación

Comenzaré con una confesión personal: no participaré en la primera vuelta de las elecciones presidenciales , porque ninguno de los candidatos corresponde suficientemente a mis opiniones, pero votaré en la segunda, guiado principalmente por emociones negativas, es decir, el deseo de impedir que una persona que considero una amenaza para mi seguridad asuma el cargo más alto del país. Se trata de una actitud plenamente consciente y cívica: ejerzo mis derechos después de una profunda reflexión. Pienso incluso que esta deliberación fue más larga y más seria que en el caso de la mayoría de los aproximadamente 20 millones de electores que participarán en las elecciones de mayo.