¿Un giro inesperado en el caso del vampiro de Zagłębie? Se supone que asesinó a una docena de mujeres.

El caso involucra a los hijos del condenado, quienes, después de años de silencio, decidieron luchar por el buen nombre de su padre y su propio derecho a la dignidad.
Estigmatización de los niños “vampiro”Cuando Zdzisław Marchwicki fue condenado a muerte en 1975 por 14 asesinatos de mujeres, seis intentos de asesinato y otros delitos, sus hijos aún eran adolescentes. La sentencia de su padre les cambió la vida para siempre; hasta el día de hoy, cargan con el estigma de ser "hijos del vampiro". Ahora intentan limpiar el nombre de su padre.
Quieren restaurar el buen nombre de su padre y limpiar su nombre, porque a ojos de la sociedad fueron y siguen siendo "hijos de un vampiro". Ahora, esta estigmatización se transmite a sus hijos —declara la abogada Klaudia Mokrzewska-Kowalczyk en una entrevista con "Gazeta Wyborcza"—. Durante todos estos años vivieron en el ostracismo social. Fueron señalados o tuvieron dificultades para encontrar trabajo, por lo que les impulsa una fuerte necesidad de demostrar la inocencia de su padre.El rastro del periodista y la evidencia perdida
La actuación de los abogados se inspiró en Przemysław Semczuk, periodista y autor del libro «El vampiro de Zagłębie». Fue uno de los pocos que analizó la documentación del caso Marchwicki con tanta perspicacia y halló numerosas irregularidades.
—Que quede claro. Los conozco desde hace muchos años y nunca se ha hablado de indemnización durante las conversaciones —enfatiza Semczuk en las páginas de "Gazeta Wyborcza". —Además, ¿dinero como indemnización? Eso es absurdo. No estamos hablando de 25 años de prisión injusta para Tomasz Komenda, sino de ahorcar a un hombre. Este agravio no se puede reparar. Pero la justicia sí se puede restaurar.
Semczuk señala, entre otras cosas, que el reloj de la asesinada Jolanta Gierek, sobrina de Edward Gierek, fue... "reconstruido" por la milicia debido a la pérdida del original. Los testigos del juicio lo reconocieron como prueba auténtica, aunque solo era una falsificación.
Evidencia “Igual” pero no “igual”La lista de pruebas cuestionables en el caso es larga y aterradora.
El tribunal violó el principio básico de que las pruebas cuestionables se deciden a favor del acusado. Mientras tanto, la pluma que se consideró prueba era "la misma", no "la misma". El abrigo "era similar", pero no era el abrigo de la víctima, enumera Semczuk.
Entre los elementos más absurdos de los archivos también se encontraba un bolso encontrado en un cubo de basura por un niño con discapacidad. Un bolso encontrado en un cubo de basura por un niño con discapacidad mental es una prueba extraña. No se ha demostrado que perteneciera a la víctima. La mitad de la República Popular de Polonia tenía los mismos bolsos en aquella época.
Pero se suponía que, dado que se encontró en la calle donde Marchwicki iba a trabajar, debió haberlo tirado allí, varios años después del asesinato de la mujer —dice el periodista—. Siempre recalco una cosa más: aparte de la confesión de culpabilidad forzada y manipulada, no había ni una sola prueba contundente. ¡No se encontró ni una sola huella dactilar de Zdzisław en el cuerpo!
Contrariamente al experto del FBIEl caso Marchwicki atrajo la atención incluso en el extranjero. En 1971, un perfilador estadounidense, James Brussel, del FBI, llegó a Polonia. Lo acompañaba el coronel Józef Muniak, del Cuartel General. Brussel, basándose en la documentación, elaboró un perfil del autor.
—La nota del coronel Muniak se ha conservado —relata Semczuk—. Brussel concluyó que el vampiro tenía educación secundaria, no infringía la ley, no bebía alcohol, era sistemático y pedante. Era todo lo contrario de Zdzisław.La intriga policial y el silencio de los archivos
Según Semczuk, Marchwicki fue señalado por su propia esposa, quien esperaba una recompensa de un millón de zlotys. Mientras tanto, la mujer encontró una nueva pareja y, según testigos, maltrató física y psicológicamente a los niños, tanto de la relación anterior como de la nueva.
– Su madre les obligó a dar un testimonio que incriminaba a su padre – dicen hoy los hijos adultos de Marchwicki.
Cuando el periodista intentó acceder a los archivos de la Jefatura Provincial de Policía de Katowice, se lo denegaron. Alegaron que los documentos no existían. Hoy sabemos que esto no es cierto.
– En los archivos de la Jefatura Provincial de Policía hay casi trescientos volúmenes de expedientes relativos a Marchwicki – revela Klaudia Mokrzewska-Kowalczyk.
El problema es que todos ellos siguen siendo secretos y no están disponibles para el público. Es posible que entre ellos exista evidencia clave de inocencia.
¿Que sigue?La moción de reapertura del proceso se presentará ante la Corte Suprema en julio. Se basará en materiales previamente desconocidos para el público y el tribunal, lo que, según los abogados, podría socavar la validez del veredicto.
Los peritajes de diversos especialistas indican que se manipularon las pruebas. Tenemos nuevas pruebas de que Zdzisław Marchwicki no fue el autor de estos asesinatos. Sin embargo, antes de presentar una demanda ante el Tribunal Supremo, no queremos revelarlas —explica Mokrzewska-Kowalczyk—.
Aunque Zdzisław Marchwicki lleva muerto casi medio siglo, quizá sus hijos y nietos vivan para presenciar una absolución simbólica. Y el sistema judicial polaco tendrá que afrontar una de las páginas más oscuras de su historia.
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