La lucha por la supervivencia en el imperio del lujo. Esta inversión es el último clavo en el ataúd.

El hecho de que Kering, propietario de Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta y Balenciaga, comience a vender sus propiedades más preciadas es una señal de que la industria del lujo atraviesa una verdadera crisis. El gigante francés está trabajando con la firma de inversión Ardian para vender una participación en un prestigioso edificio en la Quinta Avenida de Nueva York que adquirió hace apenas un año por 963 millones de dólares.
Lo que está sucediendo en el grupo Kering es muy preocupante para los analistas e inversores.
No se trata de una simple reorganización de cartera. Es un intento desesperado por salvar la situación financiera del grupo, según los expertos.
¿Qué está pasando exactamente en Kering? Las acciones del grupo han caído un 60 % en dos años, y tras ser eliminado del índice Euro Stoxx 50 —una lista de las cincuenta empresas europeas más importantes—, Kering debe actuar con rapidez. ¿El siguiente paso? El sector inmobiliario de lujo. Los medios del sector acaban de informar que el grupo de François-Henri Pinault planea vender su propiedad más prestigiosa en Nueva York.
Kering quiere vender un edificio de lujo en la Quinta AvenidaSegún Reuters, el grupo Kering también mantiene conversaciones exclusivas con el fondo Ardian para la venta de una participación en un inmueble de lujo en la Quinta Avenida de Nueva York. El edificio, adquirido por los franceses en enero de 2024 por 963 millones de dólares, cuenta con más de 10.000 metros cuadrados y alberga varias boutiques en una de las zonas comerciales más caras del mundo.
Esta medida supone un paso más en la estrategia del grupo para reducir la deuda y aumentar la liquidez ante la caída de la demanda mundial de bienes de lujo. La deuda neta del grupo ascendió a 10.500 millones de euros a finales de 2024 , desde casi cero tan solo tres años antes, gracias en parte a las inversiones inmobiliarias en Nueva York, Milán y París.
Jean-Marc Duplaix, director general adjunto de Kering, espera recuperar 2.000 millones de euros en los próximos dos años con la venta de prestigiosas propiedades. La lista también incluye propiedades en Tokio, París y Milán en Via Montenapoleone , una calle que fue la arteria comercial más cara del mundo en 2024.
Mientras tanto, conglomerados más pequeños pero gestionados de forma más eficiente, como Prada Group, demuestran que incluso en tiempos de crisis es posible gestionar eficientemente un negocio.
Mientras Kering vende activos, Prada adquiere discretamente Versace e invierte en empresas artesanales como Rino Mastrotto Group. Esto demuestra que en el lujo no basta con tener las mejores marcas; también hay que saber gestionarlas. Kering ahora tiene la oportunidad de aprender esto, pero la lección le saldrá cara.
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