Resultados de investigación aterradores. Es una verdadera epidemia en Polonia.

Más del 60% de los adultos polacos experimentan soledad, y el 27% del grupo encuestado la experimenta de forma intensa, según un estudio realizado por científicos de la Universidad Médica de Breslavia. Los hombres son menos propensos a admitir la soledad.
El estudio, realizado por investigadores de Breslavia, involucró a 3376 personas mayores de 18 años que residían en diversas zonas de Polonia. En la primera etapa del estudio se utilizó la DJGLS (Escala de Soledad de De Jong Gierveld) , una herramienta que evalúa indirectamente la gravedad de la soledad. Los participantes describieron su estado emocional, sensación de cercanía y relaciones sociales, entre otros aspectos, aunque se omitió la palabra "soledad". A continuación, se evaluó el estigma asociado a la soledad. Finalmente, los encuestados también respondieron a una pregunta directa sobre sus sentimientos de soledad y su frecuencia.
Las respuestas basadas en la escala DJGLS mostraron que el 61 % de las personas experimentaba soledad, y el 27 % la experimentaba gravemente. Los autores del estudio señalan que los resultados fueron completamente diferentes cuando se preguntó directamente a los encuestados sobre la soledad. En ese caso, el 34 % de los encuestados reportó sentir soledad, y el 6,5 % indicó que esta los acompañó durante la mayor parte de la semana.
El profesor Błażej Misiak, jefe del Departamento y Clínica de Psiquiatría de la Universidad Médica de Wrocław , destacó que las diferencias en los resultados del estudio no son una cuestión de error de medición.
Investigaciones previas también han demostrado que la soledad, aunque cada vez más común, es uno de los estados emocionales más reprimidos. La gente no lo admite, especialmente cuando se le pregunta directamente. Esto significa que los científicos que desean comprender con certeza la magnitud del fenómeno deberían utilizar otras herramientas de investigación, afirmó Misiak.

El estudio de Wrocław muestra también que las personas solitarias sienten vergüenza y pudor.
" Tienen miedo de admitir su soledad, no tanto ante sí mismos como ante los demás, porque esperan ser estigmatizados por quienes les rodean. Cuanto más fuerte es la creencia de que la opinión social percibe la soledad como inapropiada, más ocultan este estado los encuestados", añadió el profesor Misiak.
Los hombres tienen menos probabilidades de admitir que se sienten solos , lo que los científicos atribuyen al "estereotipo cultural de una persona fuerte, autosuficiente y emocionalmente estable".
«Además, los hombres son más propensos a mostrar rasgos narcisistas, lo que contradice la imagen tradicional de la persona solitaria. También les resulta más difícil hablar de sus emociones porque lo perciben como un signo de debilidad», explica el profesor Błażej Misiak.
Las personas en pareja también tienden a evitar hablar de sus sentimientos de soledad. En estos casos, el sentimiento se reprime y las emociones se suprimen. Según los investigadores, la situación opuesta se observa en personas que sufren depresión o ansiedad. Son más propensas a hablar de sus sentimientos de soledad.
“Esto probablemente se pueda explicar por una mayor tendencia a experimentar y comunicar emociones negativas”, señaló el profesor Misiak, subrayando que la segunda etapa del estudio, prevista en seis meses, proporcionará datos más precisos.
Sin embargo, el jefe del Departamento y de la Clínica de Psiquiatría de la Universidad Médica de Wrocław señala ahora que la magnitud del fenómeno de la soledad puede ser mayor de lo que se creía hasta ahora.
" Su subregistro significa que el problema se está convirtiendo en una epidemia que muchas personas viven en silencio. Debemos contrarrestar esto, por ejemplo, mediante la educación y denunciando que la soledad es una condición que puede afectar a cualquiera y no debe ser motivo de vergüenza ni asociarse con el fracaso", añadió el científico.
Los resultados de la investigación se presentarán en el artículo «Sufrimiento silencioso: Explorando el vínculo entre el estigma de la soledad y su subregistro en la población general», que el profesor Misiak está preparando junto con Kacper Żełabowski, estudiante de medicina de la Universidad Médica de Wrocław.
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