Una ciudad europea cierra sus terminales para protegerse de los turistas.

Barcelona está haciendo todo lo posible para limitar el número de turistas. El mayor problema son los pasajeros de cruceros, que suelen llegar a la capital catalana para pasar un solo día y se concentran en grandes cantidades en los puntos más concurridos de la ciudad. Como parte de una estrategia para frenar el rápido crecimiento del turismo, se decidió cerrar dos de las cinco terminales ubicadas en el puerto marítimo. Las nuevas normas entrarán en vigor el próximo año.
Barcelona se cierra a los turistasNo solo hay restricciones para los alquileres vacacionales , sino también nuevas regulaciones en el puerto. Barcelona está trabajando en varios frentes para afrontar el creciente número de turistas. Una de las últimas iniciativas es cerrar dos de sus cinco terminales de cruceros, lo que reducirá significativamente el número de excursionistas. «En 2024, el Puerto de Barcelona, el mayor puerto de cruceros de Europa, recibirá a 1,6 millones de pasajeros de cruceros», informa CNN. Los cambios entrarán en vigor el próximo año.
¿Qué pasará con las terminales?Como parte del acuerdo, también se realizará una investigación sobre el comportamiento de los turistas que llegan a Barcelona, lo que podría ayudar a redirigir el turismo a destinos distintos a la popular Rambla o el Parque Güell. Los barcos que arriben a las terminales operativas también podrán conectarse a una fuente de energía ecológica, lo que permitirá a los capitanes apagar sus motores y, así, reducir los enormes costes ambientales de este tipo de turismo.
La pregunta más importante, sin embargo, se refiere al futuro de las terminales cerradas. En 2023, Barcelona cerró otras dos terminales en el norte de la ciudad. Como resultado de estos cambios, la zona de la terminal Maremagnum ahora alberga restaurantes, bares, un club náutico, un acuario marino y un gran centro comercial.
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Wprost