“Herberto Helder era, políticamente, un tipo escurridizo”

Más allá de quienes lo conocieron personalmente, Herberto Helder era, para los lectores e incluso para los no lectores, un océano misterioso y desconocido. ¿Cómo empezaste a navegar por estas aguas? La persona que primero me orientó en este trabajo fue el traductor Aníbal Fernandes, amigo de Herberto. Él fue mi primer contacto. Tuvimos innumerables conversaciones durante semanas, meses… Y esas conversaciones me llevaron a viajar a diferentes lugares, personas e historias. Fue una especie de efecto bola de nieve que empezó allí. Y las personas que seguí a través de ese proceso me dieron acceso a otras personas e historias. Herberto Helder es un biografiado muy diferente de lo habitual porque hubo un silencio en su vida, promovido por él mismo. Hubo, a partir de cierto momento, una especie de temor entre sus amigos y los más cercanos a él de que ya no podrían vivir con Herberto si rompían esa regla que él imponía. Y entiendo que tenía todo el derecho a su privacidad.
Hasta ahora. Sí, nadie escribió una biografía en vida, y lo sé. Pero pensar que después de su muerte no habría una biografía de Herberto Helder no tiene sentido. Y probablemente éste no será el único. Si su obra sigue despertando interés entre las nuevas generaciones, creo que habrá otras biografías. Pero sin acceso a muchos de estos testimonios que tenía. De las aproximadamente 70 personas que entrevisté, muchas ya no están vivas, otras son bastante mayores. Pero pueden aparecer nuevos documentos y correspondencia y hay cuestiones que pueden explorarse más a fondo o corregirse.
Visao