'Todos me juzgan, pero no me importa': disfruta que la engañen

Tenía 16 años cuando compartí a mi pareja con otra mujer por primera vez, pero solo más de 10 años después me di cuenta de que era un fetiche , dice Sasha Cuck.

Actualmente, a sus 30 años, mantiene una relación estable con su pareja, conocido como "Lord", de 32 años. Ella es sumisa. Él es dominante. En su dinámica romántica, solo él tiene relaciones con otras mujeres y puede decidir si la incluye o no en las experiencias, según lo acordado entre ambas partes.

Explica que, como cualquier relación convencional, las prácticas fetichistas requieren de un diálogo claro, además de acuerdos predefinidos.

Primero, hablamos entre nosotros como pareja y luego con la invitada para definir los límites y las expectativas. Después de la reunión, volvemos a hablar con ella y entre nosotros, evaluando qué funcionó y qué se puede mejorar. También acordamos señales para detener la sesión si algo no fluye. Hacemos hincapié en que todos deben sentirse seguros y cómodos para detenerse en cualquier momento. El consentimiento y la atención son innegociables», afirma.

En sus redes sociales comparte sus experiencias y reflexiones, donde busca ampliar la discusión con quienes realmente viven o estudian el tema.