Descubren la firma de Josefa d'Óbidos en un cuadro del Palacio Nacional de Mafra

Los trabajos de conservación de un cuadro en mal estado del Palacio Nacional de Mafra han revelado la firma de Josefa d'Óbidos, pintora portuguesa del siglo XVII, según reveló hoy el conservador-restaurador a cargo.
"Solicité al Palacio Nacional de Mafra que tratara la pintura dado su avanzado estado de degradación y que confirmara" la atribución de autoría a Josefa d'Obidos, previamente hecha por el investigador Vítor Serrão a la pintura "Niño Jesús en reposo", declaró a la agencia de noticias Lusa Vanessa Henriques Antunes, conservadora-restauradora de pinturas antiguas del Laboratorio José de Figueiredo, perteneciente a los Museos y Monumentos de Portugal.
La firma era “casi invisible a simple vista” y sólo una “limpieza química muy exhaustiva” permitió al experto en pintura antigua detectar la firma “Josepha” y luego confirmarla mediante fotografía y reflectografía infrarroja.
“Es extraordinario cuando falta el 70% de la capa pictórica del cuadro y el 30% restante contiene la firma”, dijo.
Josefa de Óbidos es una referencia en el panorama de la historiografía del arte nacional, y su pintura (composición, paleta, tipo de técnica, estilo pictórico) se encuentra entre las más reconocibles. La firma «Josepha» no sería necesaria para reconocer que se trata de una obra de esta artista. Sin embargo, el descubrimiento de la firma en un frágil fragmento cromático la convierte en un importante testimonio documental y la sitúa entre una lista muy limitada de piezas firmadas, afirmó Sérgio Gorjão, director del Palacio Nacional de Mafra, citado en una nota del Laboratorio José de Figueiredo publicada en su página de Facebook.
“El Niño Jesús en reposo” es el único cuadro de Josefa d’Óbidos que se conserva en el Palacio Nacional de Mafra.
Según el conservador-restaurador, el cuadro pertenece a una “fase más madura de la vida y de la pintura” del artista del siglo XVII.
“Lo que ella quería representar va mucho más allá de lo sagrado y muestra sus vivencias y su personalidad”, explicó.
Por otro lado, “sólo empezó a firmar después de la muerte de su padre [Baltazar Gomes Figueira] y en los últimos diez años de su vida”.
La notoriedad del pintor Baltazar Gomes Figueira (1604-1674) sólo empezó a ser valorada a finales del siglo XX, tras estudios sobre pintura portuguesa antigua, a los que contribuyó en 1985 Charles Sterling, quien descubrió su “Naturaleza muerta con naranjas, cebollas, pescado y cangrejo” (1645), expuesta en el Museo del Louvre.
Josefa de Óbidos (1630-1684) aprendió el oficio de su padre, con quien trabajó en su taller, y recibió educación religiosa en el Convento de Santa Ana, en Coimbra, entre 1644 y 1646, trasladándose a partir de ese año a Óbidos.
La pintora, al igual que su padre, está representada en el Museo del Louvre de París con el cuadro “María Magdalena”, también conocida como “La Magdalena penitente consolada por los ángeles”.
Ambas forman parte de las colecciones de museos portugueses, como el Museo Nacional de Arte Antiguo, que en 2015 acogió la exposición “Josefa d'Óbidos y la invención del Barroco portugués”.
Esta exposición reunió 130 piezas de pintura, escultura y artes decorativas, procedentes de diversas instituciones nacionales e internacionales, como los Museos del Prado y de Bellas Artes de Sevilla, el Monasterio del Escorial y varias colecciones privadas, tanto portuguesas como extranjeras.
*con Agencia Lusa
Gazeta das Caldas