La Bienal del Libro está repleta el sábado, pero es más cómodo en un espacio más grande

La Bienal del Libro de Río de Janeiro se llenó muy rápido el primer sábado de su programación —alrededor de las 13 horas, la organización anunció que dejaría de vender entradas para ese día—, pero parecía menos concurrida que en años anteriores.
Lo que parece una contradicción es comprensible dado el aumento de espacio promovido por los organizadores del evento, quienes ampliaron la superficie ocupada en Riocentro de 90.000 a 130.000 metros cuadrados. GL Events, responsable del complejo, no revela el número de visitantes diarios y afirma que solo publicará las cifras en el informe final del día 22.

Las actividades del evento se seguirán desarrollando en cuatro pabellones, como en 2023, pero el espacio extra se aprovechó para albergar la infraestructura que antes estaba abarrotada de stands de las editoriales.
En una decisión bienvenida, los restaurantes y carros de comida abandonaron los cobertizos y comenzaron a ocupar solo las áreas al aire libre, distribuidas en varios puntos: los visitantes almorzaban en bancos y césped, en agradables tardes al aire libre, y los libros se libraban del olor a grasa que los había contaminado en otras ediciones.
Incluso las atracciones que fueron grandes novedades en esta Bienal, como la noria y el Laberinto de Historias, tuvieron un buen flujo.
En el primero, se pagaba 20 reales por una entrada completa y se hacía cola durante unos 15 minutos para recorrer tres puestos inspirados en obras literarias. En el segundo, cuatro laberintos inspirados en series de suspenso y fantasía eran muy populares, pero la cola duraba menos de media hora, incluso con entrada gratuita.
La buena organización no fue suficiente para resolver, sin embargo, un nudo gordiano en toda la Bienal: los pasillos de gente extremadamente estrechos entre los stands de las principales editoriales, con varias filas rozándose a paso de tortuga.
"Y ¿quién puso a Rocco al lado de Harlequin?", se quejó un adolescente sobre la idea de dejar la casa del eterno fenómeno " Harry Potter " junto al joven sello HarperCollins.
Esto se debe a que, una vez más, la Bienal del Libro es verdaderamente para los jóvenes . Quien lo dude puede ver imágenes del panel con Elayne Baeta —se pronuncia Eláine—, una autora bahiana que saltó a la fama repentinamente en los últimos años y llenó el escenario principal de adolescentes obsesionadas con sus novelas sáficas, es decir, aquellas que retratan el amor entre mujeres.
Elayne lloró al subir al escenario, entre los gritos desgarradores de cientos de chicas, y comenzó la sesión llena de emoción. "De verdad que te corriste", dijo, recordando que no hace mucho era una chica que escribía historias en la aplicación Wattpad en una ciudad del interior de Bahía.
"Somos muy diferentes, pero es en nuestras diferencias donde nos encontramos", dijo durante el encuentro. "Y ver personajes como yo en la literatura es algo que sana".
La escritora vendió más de 100.000 ejemplares de sus novelas, impulsada por otro protagonista de esta Bienal: TikTok , una aplicación cuyos influencers y algoritmos la han convertido en los mayores vendedores de libros del mercado.
En esta ocasión, la red social es patrocinador oficial del mayor evento literario del país, ocupando cuatro stands en uno de los pabellones centrales y abriendo paso a escritores independientes que allí se han hecho un nombre.
Justo a la entrada de Riocentro, un puesto de TikTok invita a los visitantes a tomarse fotos en una mesa con micrófonos; como explica el encargado, es "como si te estuvieran entrevistando en un podcast". En otra esquina, dentro de los pabellones, dos empleados, en otro entorno con el logo de la red social, ayudaban a los visitantes a posar con glamour para grabar y publicar inmediatamente sus propios videos en TikTok.
Para las generaciones anteriores, es como esas cabinas de fotos instantáneas donde entras, posas y sales con Polaroids impresas en la mano. Pero los tiempos —y los lectores— han cambiado.
- 10h30, en la Plaza Além da Página Shell La tienda de conveniencia y la oficina literaria
Kim Ho-yeon, Cristiana Seixas, Suu Gagliano, Livrosdaro, Pakkun
- 13:00 horas, en el escenario Apoteose Shell Reflexiones inspiradoras
Junior Rostirola, Silvana Ramiro
- 17h, en el Escenario Apoteose Shell Páginas en escena - la flor de la piel - encuentros y lecturas en torno a la obra de Lázaro Ramos
Lázaro Ramos, Edvana Carvalho, Gabz, Bussaka Kabengele, Pretinhas Leitoras, Bianca Ramoneda
- 18.00 h, en el escenario del Café Literario Pólen Páginas en la pantalla: el anuncio de la muerte como reinvención de la vida
Ana Claudia Quintana Arantes, Clelia Bessa, Heloisa Perissé, Lilian Ribeiro
uol