La sucesión en la Reserva Federal
Jerome Powell está en la mira de Trump, y el secretario del Tesoro ya ha anunciado que el proceso de elección del nuevo presidente de la Reserva Federal de EE. UU. está en marcha. Fue durante su primer mandato que Trump eligió a Powell, considerándolo el mejor del mundo. Ahora lo llama públicamente "idiota".
La razón es simple: la Reserva Federal mantiene las tasas de interés en el 4%, mientras que el presidente argumenta que actualmente deberían estar en el 1%. Powell argumenta que existe presión inflacionaria, que se agravará debido a los aranceles impuestos, mientras que Trump quiere una Reserva Federal guiada por intereses políticos, no solo financieros y económicos.
Powell ya ha perdido esta batalla, y su agotamiento físico es evidente. Las tasas de interés del 4% obviamente no incentivan la inversión ni el consumo; sin embargo, la realidad de los aranceles disparará la inflación, que no muestra señales de desaceleración, disminuyendo el valor real del dinero. La cuestión es que la estrategia de subir el precio del dinero para equilibrar el consumo y la inversión también genera un doble efecto negativo en la economía.
No existen recetas seguras ni recomendables, pero el enfoque actual de la Fed está claramente obsoleto. Los problemas económicos no pueden abordarse hoy de la misma manera que hace medio siglo. El BCE ha seguido el camino correcto, y eso es lo que Trump busca al elegir a un nuevo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
