Las FDI disparan contra palestinos cerca de un centro de ayuda

Decenas de músicos, escritores, actores, médicos y académicos lanzaron hoy una petición para exigir una “posición urgente” de la Asamblea de la República sobre el reconocimiento por parte de Portugal del Estado de Palestina.

Los autores de la petición, hecha pública hoy, quieren que Portugal reconozca al Estado de Palestina, sumándose a los 149 países que ya lo han hecho, como España, Brasil, Noruega, Suecia y Angola.

La petición también aboga por que el Estado portugués “se comprometa con las deliberaciones de la Corte Penal Internacional, en concreto, apoyando el cumplimiento de las órdenes de arresto” contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.

También insta a Portugal a impedir “el tránsito y transbordo de material militar con destino a Israel en territorio portugués o en aguas territoriales portuguesas” y a defender la adopción de estas medidas y posiciones ante otros países e instituciones internacionales pertinentes y, en particular, con la Unión Europea.

Entre las decenas de personalidades que impulsan esta petición se encuentran figuras del mundo académico como António Sampaio da Nóvoa, Júlio Machado Vaz o Maria de Lourdes Rodrigues, o de la cultura, como Ana Bacalhau, Capicua, José Eduardo Agualusa, José Luís Peixoto, Valter Hugo Mãe, Sérgio Godinho o Rui Reininho, entre otros ámbitos.

En el texto de lanzamiento de la petición a la Asamblea de la República, los fiscales destacan que siguen “con creciente preocupación el agravamiento de las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, los crímenes de guerra y la escalada de violencia contra los civiles en Gaza y Cisjordania”.

Los abajo firmantes no aceptan ser testigos silenciosos ni pasivos de estos crímenes. Al condenarlos, recuerdan décadas de violencia y humillación contra el pueblo palestino.

Para los promotores, “el reconocimiento del Estado de Palestina por un gran número de países es, hoy en día, una forma eficaz, a nivel diplomático, de demostrar solidaridad con el pueblo palestino y de presionar al gobierno israelí para que ponga fin a la escalada de violencia contra las poblaciones de Gaza y Cisjordania”.