Los huevos de oro de las inversiones
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Europa se enfrenta a un momento delicado con el acercamiento de Estados Unidos a Rusia y la postura de Trump sobre la guerra en Ucrania.
Al mismo tiempo, la crisis climática y la desaceleración de las economías europeas ponen de relieve la necesidad de repensar los modelos económicos tradicionales.
Los países del Golfo Pérsico, en particular los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) –Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar, Kuwait, Omán y Bahréin– han demostrado cómo una visión de largo plazo puede transformar las economías. Previeron la necesidad de reducir la dependencia del petróleo, por lo que recurrieron a áreas como la tecnología, las finanzas, el turismo, las energías renovables y la infraestructura. Este enfoque del CCG hacia la innovación y la expansión ha dado como resultado mercados vibrantes y atractivos para los inversores a escala global.
Un ejemplo de este dinamismo es el sector inmobiliario de los EAU, un sector muy caro para los inversores portugueses. Dubái y Abu Dabi se han convertido en centros globales, atrayendo capital de todo el mundo, con proyectos innovadores y un entorno favorable para la inversión extranjera.
Europa necesita encontrar nuevos modelos de creación de riqueza y las buenas inversiones no tienen por qué ser unilaterales.
Los agentes económicos de Brasil, por ejemplo, para explorar ese escenario, decidieron conciliar el apetito de los inversores brasileños por los mercados inmobiliarios externos (como Miami, Lisboa y Dubai) con la necesidad de apoyar el agronegocio nacional, creando un fondo de inversión para interconectar los dos mercados, lo que permite a los inversores brasileños invertir dinero en bienes raíces de Dubai y a los inversores de los Emiratos invertir capital en materias primas brasileñas.
En Portugal también serían bienvenidas nuevas soluciones para el crecimiento económico y la inversión, que generaran valor para todas las partes implicadas. Los inversores necesitan aplicaciones diversificadas para sus ahorros y las empresas necesitan nuevos mercados y rutas de crecimiento.
Instituciones como la AICEP y la Cámara de Comercio e Industria Árabe-Portuguesa desempeñan un papel importante en el fortalecimiento de las relaciones comerciales. Pero una vez construidos los puentes, es necesario crear vínculos de confianza, que son tan valiosos, si no más, que el dinero. Y la cultura árabe tiene especificidades que poca gente conoce, por lo que después de fomentar las oportunidades de inversión para empresas e individuos, aún queda un largo camino por recorrer –y como dice el gran poeta persa Rumi en su Tesoro Escondido, el verdadero valor está a menudo donde menos lo esperamos.
La regla de oro de cualquier inversión es diversificar y la variedad de ofertas económicas en los países del CCG proporciona un amplio espacio para esto, razón por la cual los fondos de inversión y los inversores individuales ya están en el Golfo, atraídos por la estabilidad política y los incentivos de la región.
No existen destinos mágicos para el dinero, pero en tiempos de incertidumbre, los huevos de oro pueden ser los huevos colocados en canastas en diferentes geografías alrededor del mundo.
El autor escribe según la ortografía antigua.
jornaleconomico