Mayor esperanza de vida, pero obligados a conseguirlo

A diferencia de lo que ocurrió en 2024, cuando Luís Montenegro se apresuró a tomar medidas pensando que tendría que ir a elecciones en el corto plazo, el nuevo Gobierno de la Alianza Democrática (AD) asume el cargo con mayor “comodidad” y una expectativa de vida, si no de cuatro años, de al menos dos.

Este respiro, según señalan politólogos al Jornal Enonómico (JE), se debe a varios factores. Por un lado, el Partido Socialista, debilitado como está, no quiere derrocar al ejecutivo. Por otro lado, están las limitaciones constitucionales derivadas del fin del mandato presidencial (Marcelo no puede disolver la Asamblea de la República seis meses antes y quien lo suceda no puede hacerlo durante los primeros seis meses de mandato). Finalmente, aunque lejos de una mayoría absoluta, los votantes renovaron su confianza en AD.

Pero no todo es color de rosa y, si bien es cierto que este Gobierno tendrá, “en principio, un horizonte de mayor estabilidad”, las exigencias y la rendición de cuentas también serán diferentes, dice a JE André Azevedo Alves, profesor del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Católica. El politólogo recuerda que el principal mensaje propagandístico de AD se basaba en un argumento lógico: 11 meses no eran suficientes para resolver los problemas del país, que, además, heredaba de ocho años de gobierno socialista. El electorado estuvo de acuerdo y le concedió el beneficio de la duda.

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