Medio año con cabeza y corazón

Algunos dicen que los primeros seis meses de vida son los más difíciles. Que el recién nacido, tras salir de la incubadora —o del notario, en nuestro caso—, se ve empujado al mundo con una responsabilidad desproporcionada a su tamaño.
La Asociación Portuguesa de Cáncer Cerebral (APCCEREBRO) nació así: con un nombre largo, una misión ambiciosa y un corazón que late al ritmo de muchos deseos, todos con la ambición de hacer las cosas de forma diferente. De hacer más. De hacer las cosas mejor.
La fundamos a mediados de enero de 2025, con poco más que ideas, fuerza de voluntad y un sentido de urgencia que solo quienes conocen esta realidad de primera mano pueden comprender. Media docena de meses después, quizá podamos decir —con cierta modestia y mucho realismo— que realmente estamos construyendo algo con cabeza... y mucho corazón.
En estos primeros seis meses, APCCEREBRO no solo marcó el paso. Llegó, se presentó al país y trajo consigo lo que más se necesita: una voz. Una voz para quienes viven con un tumor cerebral. Una voz para quienes se preocupan. Una voz para quienes no se ven en un silencio cómodo.
Nuestra primera campaña, "Desde el día que te conocí", fue quizás nuestro gesto más simbólico. Retamos a pacientes, familiares y cuidadores a escribirnos una carta manuscrita sobre el día en que todo cambió. No pedimos informes médicos ni estados financieros. Pedimos historias. Sentimientos. Rutinas. Pedimos, en definitiva, humanidad. Y la recibimos, en sobres sellados, con letra manuscrita y una generosidad conmovedora. Las cartas siguen llegando hasta el día de hoy. Y seguirán siendo el núcleo de lo que queremos construir.
Entonces, decidimos correr. Literalmente. En junio, más de 600 personas de todo el país participaron en la carrera "5K por tu Cerebro". El nombre lo dice todo: no era solo una carrera, era un llamado a la movilización nacional por una causa que a menudo se pasa por alto. Creemos que no hay mejor manera de promover la salud que atreviéndose. Y fue maravilloso ver a tanta gente, clubes y aficionados al running unirse a este movimiento. Al fin y al cabo, el cerebro también se beneficia de pasos firmes y de las causas correctas.
Pero nuestra misión no se limita a la fuerza. La cultura —esa forma superior de respirar profundamente— también ha sido un pilar de nuestro trabajo. Hemos organizado conciertos benéficos con excelentes instituciones culturales, como la Academia Internacional de Música Mondego y la Escuela Superior de Música São Teotónio. Porque creemos, sin dudarlo, que la música es buena para la salud. Y no, no es una metáfora bonita: estudios científicos demuestran cómo escuchar música activa diferentes áreas del cerebro, mejora la memoria, reduce el estrés y, siendo sinceros, fomenta la empatía.
Durante estos seis meses, hemos recibido el apoyo de personas increíbles: pacientes, familias, artistas, médicos, periodistas, clubes deportivos, autoridades locales, vecinos y amigos. Personas con ganas de ayudar, de contribuir, de dar un paso adelante. Todo esto con recursos limitados, mucho ingenio y esa clásica pregunta: "¿Cómo lo logramos?". La respuesta ha sido sencilla: con sinceridad, con transparencia y con la convicción de que esta causa nos supera.
Para el futuro, tenemos ideas que queremos convertir en proyectos. Nos estamos preparando para lanzar la Oficina de Apoyo a la Salud Mental, una red nacional de voluntarios que brindará apoyo psicológico y emocional a pacientes, cuidadores y familiares de personas con tumores cerebrales. Seguiremos recopilando cartas para construir nuestro Taller de Vida sobre Cáncer Cerebral, una instalación que narra historias reales con la sensibilidad que a menudo falta en los reportajes. Y, por supuesto, queremos seguir actuando con responsabilidad para situar a los pacientes con cáncer en el centro de las conversaciones sobre salud pública.
APCCEREBRO tiene seis meses. Ha crecido rápido, es cierto. Pero ha crecido con el tiempo, con discernimiento y consciencia. Y, lo más importante, ha crecido con una misión muy clara: garantizar que nadie, absolutamente nadie, se enfrente a un tumor cerebral sin apoyo, información ni comunidad.
Seguimos. Porque hay mucho por hacer. Pero también porque, en estos seis meses, nos hemos dado cuenta de que cuando caminamos juntos, incluso en las causas más difíciles, siempre llegamos más lejos.
Gracias por acompañarnos desde el primer paso. El viaje continúa. Con una mente fuerte. Y con un corazón fuerte.
Los textos de esta sección reflejan las opiniones personales de los autores. No representan a VISÃO ni reflejan su postura editorial.
Visao