Memoria mejorada: nuevo punto de discordia y controversia en el mercado de la IA
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Resumen OpenAI y Google están invirtiendo en mejorar la capacidad de memoria de los asistentes de IA, lo que permite respuestas más personalizadas y contextuales.
OpenAI y Google parecen estar de acuerdo en una cosa: para que sus asistentes de IA pasen de ser simples chatbots a evolucionar y convertirse en verdaderos compañeros digitales, la capacidad de recordar lo que se dijo se vuelve esencial. Y la semana pasada, fue el turno de Gemini, la IA de Google, de tomar la iniciativa en la activación de la llamada “memoria mejorada”.
La memoria mejorada en IA se refiere a la capacidad de recordar y utilizar información de interacciones pasadas para proporcionar respuestas más personalizadas y contextuales, permitiendo la continuidad de las conversaciones y adaptándose a las preferencias del usuario. Puede parecer un detalle técnico sin mucho impacto, pero esta funcionalidad cambia por completo la forma en que interactuamos con la IA.
Con la nueva función, inicialmente disponible solo para los suscriptores de Gemini Advanced a través del plan Google One AI Premium y en la versión en inglés, Gemini ahora puede recordar interacciones pasadas y usar ese contexto para proporcionar respuestas más relevantes. Esto significa que los usuarios pueden continuar conversaciones anteriores sin tener que empezar desde cero o buscar hilos anteriores. Además, se puede pedir a Gemini que resuma discusiones anteriores y se base en proyectos existentes.
“Ya sea que estés haciendo una pregunta sobre algo que ya se ha discutido o pidiendo a Gemini que resuma una conversación anterior, Gemini ahora usa información de chats relevantes para elaborar una respuesta”, dice Google.
ChatGPT ya permite al usuario activar la memoria, pero aún no es la versión mejorada [ya se especula, incluso con capturas de pantalla, en las redes sociales]. Gemini también ya contaba con esta posibilidad, pero la diferencia ahora es que permite a la IA referenciar discusiones pasadas, como se destacó anteriormente.
Beneficios y cuidadosLa idea de un asistente que recuerda tus preferencias y proyectos es atractiva para cualquiera que utilice IA generativa para tareas recurrentes.
Pensemos en un estudiante que puede retomar una investigación sin tener que contextualizar todo de nuevo o en un profesional que delega tareas a un asistente sin repetir instrucciones. Incluso para uso corporativo, esta memoria puede ser un diferenciador a la hora de mantener un historial de solicitudes y mejoras en proyectos largos.
Como puede ver, las posibilidades prometidas son enormes, pero junto con la comodidad surge la preocupación: ¿hasta qué punto están protegidas estas interacciones?
Al anunciar la nueva función, además de prometer lanzarla a más usuarios e idiomas, Google destacó que los usuarios tienen control sobre qué información se almacena. El usuario puede revisar, eliminar o conservar el historial de chat durante un período de tiempo accediendo a la configuración “Actividad de la aplicación Gemini” en el menú de perfil. Géminis también indicará visualmente cuándo está utilizando información de conversaciones anteriores para formular respuestas.
En este sentido, la memoria de los asistentes de IA puede considerarse un arma de doble filo. Por un lado, hace que el uso de la tecnología sea más eficiente e intuitivo. Por otro lado, plantea preguntas sobre la seguridad de los datos y el uso de esta información para entrenar modelos sin consentimiento explícito, en algunos casos. En otras palabras, más que un mero añadido al producto, la memoria será sin duda un tema de mayor debate y controversia en torno a la IA generativa.
El desafío ahora es encontrar un equilibrio entre conveniencia y seguridad. Si las grandes empresas tecnológicas realmente quieren ganar o transmitir confianza en sus IA, deberán asegurarse de que la memoria funcione como un recurso al servicio del usuario y no simplemente como otra fuente de recopilación de datos.
La evolución de la IA, como sabéis los que seguís la newsletter, es evidente, y la memoria podría marcar la diferencia. Queda por ver quién podrá ofrecer la mejor experiencia sin comprometer la privacidad del usuario.
Al fin y al cabo, una IA que no genera confianza (real y no artificial…), en un mercado en auge, compromete por completo el trabajo de atraer, conquistar y retener nuevos usuarios. Y lo que se suponía que sería una herramienta indispensable se convierte en un vago recuerdo...
(*) Alexandre Gonçalves es periodista, fundador de agenteINFORMA – contenidos y productos digitales, y editor de los boletines agenteGPT (insights y su experiencia de usuario de ChatGPT), y agenTV3 (monitorea y cura noticias sobre la implementación de la TV 3.0 en Brasil) .
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