Reducir, flexibilizar y privatizar. La reforma del Estado AD.

El anuncio de que el Gobierno tendrá un nuevo Ministerio de Reforma del Estado, que será dirigido por Gonçalo Saraiva Matias, hasta ahora presidente de la Fundación Francisco Manuel dos Santos, creó gran expectativa sobre las intenciones del Ejecutivo de Luís Montenegro con respecto a los cambios en el Estado.

Un vistazo al programa electoral de AD ofrece algunas pistas sobre las reformas que se espera que implemente el nuevo viceministro. En un capítulo que AD denomina "Mejor Estado, Lucha contra la Corrupción" , se enumeran las medidas que se pretenden implementar. Curiosamente, muchas de ellas coinciden con los principales temas que han formado parte del discurso de Chega en los últimos años.

La eliminación de observatorios, fundaciones y estructuras duplicadas en el ámbito estatal es uno de los objetivos planteados. En el sector sanitario, la idea es dotar a las administraciones hospitalarias de los medios necesarios para que puedan competir con las futuras APP, ya anunciadas por este gobierno, y con el sector privado. En el sector empresarial estatal, la idea es privatizar sectores que no se consideran esenciales.

Menos Estado, mejor Estado

El principio rector de la reforma estatal contemplada por la AD es: descentralizar, responsabilizar y reducir el tamaño del sector. En los sectores de la salud y la educación, dos de las áreas de gobernanza más críticas, la propuesta es «un paradigma en el que, por ejemplo, las escuelas y los hospitales públicos tienen la misma autonomía de gestión y presupuesto que los hospitales bajo un régimen de APP o las escuelas bajo un régimen de contrato de asociación. En este sentido, no existe distinción entre la prestación pública y privada, lo que otorga a las entidades públicas la capacidad de competir de forma equilibrada con el sector privado» .

En materia de finanzas públicas y de gestión financiera del Estado, el objetivo es “continuar la reorganización de funciones y la eliminación de observatorios inútiles, de estructuras duplicadas y la revisión de los gastos asociados, en toda la administración pública” .

Las medidas para combatir la corrupción también se incluyen en el plan de reforma estatal que se espera que implemente el nuevo ministro. En el programa electoral, la regulación del cabildeo, la reducción de los conflictos de interés, la penalización del enriquecimiento ilícito y la reforma de los mecanismos de prevención de la corrupción son las vías mediante las cuales el nuevo gobierno pretende lograr el objetivo de combatir la corrupción, uno de los principales estandartes de Chega.

Es en el capítulo relativo al sector empresarial estatal donde podemos prever algunas privatizaciones que el nuevo gobierno podría tener en proyecto. El Primer Ministro ha afirmado en repetidas ocasiones que cree que el Estado sigue involucrado en muchos sectores en los que su participación sería prescindible. El anterior gobierno incluso creó un grupo de trabajo para analizar los sectores con presencia estatal y evaluar cuáles se consideran esenciales. Ahora, el gobierno quiere ir más allá y tomar decisiones: «En este contexto, se promoverán operaciones destinadas a que el Estado salga de las empresas que el gobierno considera no estratégicas» . Este grupo excluye a Caixa Geral de Depósitos, el grupo Águas de Portugal, RTP y Companhia das Lezírias. El sector del transporte, con TAP a la cabeza, debería ser uno de los más afectados por esta nueva ola de privatizaciones.

El documento, que ofrece una idea de las posibles tareas del nuevo Ministerio de Reforma del Estado, también incluye un cambio en el proceso presupuestario que, de implementarse, podría alterar profundamente la forma en que los distintos ministros ejecutan sus políticas sectoriales. «Una definición clara de las asignaciones presupuestarias asignadas a cada ministerio y servicio. Asignación de capacidad y responsabilidad para la gestión de las asignaciones presupuestarias a los respectivos ministerios y organismos, manteniendo al mismo tiempo los mecanismos de control de emergencia asignados al Ministerio de Hacienda». Si esta medida se materializa, se pondrá fin a las famosas asignaciones presupuestarias que han sido responsables de muchas de las promesas incumplidas de los distintos gobiernos.

A pesar de querer reducir el tamaño del Estado, la AD se compromete en su programa a seguir valorando las carreras en la administración pública. En este capítulo, el gobierno promete «resolver la escasez más grave de un conjunto de profesiones esenciales dentro del Estado, asumiendo la necesidad de esfuerzos especiales para compensar la desincentivación y la devaluación». Y también, «fortalecer la definición de la política de recursos humanos a medio plazo de cada servicio en un contexto de autonomía en la política retributiva y la definición de sus objetivos estratégicos» . Son objetivos ambiciosos para un gobierno que asume el cargo y que necesita urgentemente demostrar su labor.