Reforma fiscal: vivir con dos sistemas tributarios preocupa a las empresas

La implementación de la reforma fiscal comenzará en 2026 y estará reglamentada y plenamente vigente a partir de 2033. Durante este período, habrá una transición hacia la unificación de cinco impuestos (ICMS, ISS, IPI, PIS y Cofins) en el IVA dual: la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS) y el Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS) .

Sin embargo, aún existen cuestiones que preocupan a las empresas y que no están bien aclaradas. Según el estudio "Impuestos del Mañana: Transformación fiscal estratégica y tecnológica" de Deloitte, la mayor preocupación de las empresas es convivir con los dos sistemas tributarios hasta 2032, según el 66 % de ellas.

Ya un 37% de las empresas señalaron la aparición de costes imprevistos, como malestar social, seguido de pérdida de incentivos y falta de profesionales cualificados.

"Las empresas han notado que la reforma del impuesto al consumo se limita a temas como el pago de impuestos y el cumplimiento tributario. Tendrá implicaciones para toda la organización, impactando las cadenas de suministro, las finanzas, el ámbito legal, la tecnología y las operaciones", explicó Gustavo Rotta, socio de Consultoría Fiscal de Deloitte.

Según el estudio, solo el 1% de los encuestados dijo no estar preocupado por la transición hacia la reforma fiscal.

En cuanto al lado positivo del cambio que impulsa el gobierno, el 78% de las empresas espera que se simplifiquen los impuestos, mientras que el 63% de ellas asegura que habrá mayor transparencia en la carga tributaria.

Según la encuesta, el aumento de la carga o complejidad fiscal ha desaparecido de las evaluaciones empresariales desde 2024, tras haber sido destacado por el 3% de las empresas en 2023.

"Lo que notamos fue una evolución en las expectativas y preocupaciones de las empresas respecto al tema de la seguridad jurídica, a medida que se va concretando el marco legal para la reforma del impuesto al consumo", señaló Rotta.

En este escenario, casi el 70% de las empresas realizaron estudios sobre los impactos de la reforma tributaria sobre el consumo, y alrededor de la mitad concluyó que podría haber algún aumento en la carga tributaria, lo que podría llevar, principalmente, a un traslado a los precios de los productos o a una reducción en los márgenes de ganancia.

Una posible reducción de la carga fiscal, con potencial de reducir precios o aumentar márgenes, fue destacada por el 21% de los estudios realizados por las empresas.