Comienza en Irlanda la exhumación de 796 niños asesinados en un hogar religioso

Sus nombres eran Kathleen, Mary y Joseph: las primeras exhumaciones de los 796 niños enterrados sin sepultura entre 1925 y 1960 en un hogar religioso de Irlanda comienzan este lunes (14), más de una década después del descubrimiento de su existencia.
Los expertos iniciarán oficialmente la excavación del antiguo tanque séptico de la casa Santa Maria das Irmãs do Bom Socorro, en Tuam, en el oeste del país, después de que el perímetro fuera cerrado a mediados de junio.
El objetivo es encontrar, analizar, identificar, si es posible, y dar un entierro digno a los restos de los niños, muchos de ellos recién nacidos.
Se espera que las operaciones, realizadas con la ayuda de expertos de Colombia, España, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, duren dos años.
Ya se han recogido muestras de ADN de una treintena de miembros de la familia, pero el proceso continuará en los próximos meses para reunir la mayor cantidad de pruebas genéticas posible.
La lucha para rescatar a los 796 niños del olvido comenzó en 2014.
La historiadora local Catherine Corless halló pruebas detalladas que atestiguan las muertes ocurridas en esta casa. La investigación, que conmocionó al país y tuvo repercusión mundial, condujo a un macabro descubrimiento: la existencia de una fosa común.
"No había registros de entierro, ni cementerio, ni estatuas, ni cruces, absolutamente nada", dijo la experta, quien describió sus décadas de trabajo como una "lucha incansable". "Nadie me escuchó", declaró a la AFP.
“Supliqué: ‘Saquen a estos bebés de estas fosas, denles el entierro cristiano que se les negó’”.
Fue recién en 2021 que una comisión nacional de investigación sobre los abusos en estos hogares destacó los niveles “alarmantes” de mortalidad infantil en estas instituciones, donde murieron 9.000 niños, según Corless.
Unas 56.000 mujeres solteras y 57.000 niños pasaron por 18 de estos hogares entre 1922 y 1998, según sus investigaciones.
En aquella época, las mujeres embarazadas solteras eran confinadas en estos hogares por orden del Estado irlandés y de la poderosa Iglesia católica, que a menudo los gestionaban conjuntamente.
Allí dieron a luz antes de ser separadas de sus hijos, que a menudo eran dados en adopción.
“A estos niños se les negaron derechos humanos básicos en vida, al igual que a sus madres, y se les privó de dignidad y respeto en la muerte”, dijo Anna Corrigan, cuyos dos hermanos podrían haber sido enterrados en Tuam.
La institución fue demolida en 1972 para construir un complejo de viviendas. Sin embargo, la fosa séptica permaneció intacta.
En 2022, una ley autorizó oficialmente las excavaciones y, un año después, se nombró un equipo para llevarlas a cabo en Tuam.
La lentitud del proceso ha sido denunciada reiteradamente por las familias de las víctimas. Corless se muestra satisfecha con este avance, que "nunca imaginó que ocurriría".
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