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La tía Alice ha vuelto

La tía Alice ha vuelto

En 1974, un año después del lanzamiento de Billion Dollar Babies, un álbum de enorme éxito considerado uno de los mejores discos de rock de la década, la banda Alice Cooper llegó a Brasil para tocar. Era la primera vez que el país albergaba un megaconcierto internacional de rock.

El repertorio de los conciertos en São Paulo y Río de Janeiro se componía básicamente de canciones de Billion Dollar Babies y Muscle of Love, también lanzado en 1973, y que sería el último de la banda. Poco después de la gira antológica, el grupo se disolvió.

El sábado 14, Alice Cooper, de 77 años y considerado el padre del shock rock por sus impactantes y singulares actuaciones, regresa a São Paulo. Ofrecerá una actuación única en el festival Best of Blues and Rock 2025, que finaliza el domingo 15 en el Parque Ibirapuera.

El próximo mes, el artista lanzará The Revenge of Alice Cooper, un álbum que presenta la formación clásica de la banda fundada en 1967, que tuvo su primer éxito con la canción I'm Eighteen (1970) y que estaba formada por Cooper, Michael Bruce (guitarra), Dennis Dunaway (bajo) y Neil Smith (batería). El guitarrista Glen Buxton, quien formó parte del grupo en sus inicios, falleció en 1997.

Marcada por sus actuaciones teatrales de terror, el elemento central de la gira de la banda en Brasil fue una guillotina. Se utilizó para decapitar muñecos, maniquíes e incluso al cantante principal.

La presentación en la capital paulista, que atrajo a más de 100.000 personas al Anhembi —una cifra muy significativa en aquel momento—, estuvo acompañada de momentos de confusión, empujones y atropellos, e incluso fue interrumpida. Tras bambalinas, la imagen rebelde de Cooper incomodó a los militares en el poder en aquel momento.

Además del contexto político represivo y el carácter inédito de ese tipo de actuaciones, lo que contribuyó a que la gira se convirtiera en un hito fue el hecho de que la banda se disolvió poco después.

Una de las fuentes de fricción fue, precisamente, las excesivas actuaciones de Vincent Furnier, el cantante nacido en Michigan, en Estados Unidos, quien, tras la separación, adoptó como nombre artístico el propio nombre de la banda: Alice Cooper.

Regresaría al país solo 20 años después, en 1995, una década en la que Brasil se consolidaría como una ruta para espectáculos internacionales. En ese entonces, actuó en el festival Monsters of Rock de São Paulo, donde también participó Ozzy Osbourne, otro ícono del heavy metal.

Pero entre su primer y segundo concierto en Brasil, el músico experimentó altibajos. Con el lanzamiento de su primer álbum en solitario, Welcome to My Nightmare (1975), Cooper iría aún más lejos con el terror. Con su segundo álbum en solitario, Alice Cooper Goes to Hell (1976), mantendría su popularidad.

Sin embargo, poco después, su carrera comenzó a decaer, con álbumes fallidos. En ese momento, el mercado era menos receptivo al heavy rock. Además, el consumo excesivo de alcohol y drogas comenzó a interferir con su desempeño artístico. En 1983, Cooper se sometió a tratamiento. En la década de 1980, comenzó a aparecer en películas de terror de mala calidad.

El regreso llegó con los álbumes Hey Stoopid (1991) y el conceptual The Last Temptation, lanzado un año antes de su segunda visita a Brasil. Cinco años después, Alice Cooper haría su tercera aparición en el país con la British Rock Symphony, una versión orquestal del rock, en la que interpretó cuatro clásicos del género; solo uno, School's Out, pertenecía a su repertorio.

La gira de hace 50 años fue un hito debido al carácter inédito de la actuación, que incluyó decapitaciones, y la incomodidad que causó entre los censores.

En 2003, fue inscrito en el Paseo de la Fama de Hollywood, y cuando regresó a Brasil en 2007 para dar conciertos en Curitiba y São Paulo, iniciando la gira Psycho Drama, ya era conocido como "Tía Alice" debido a su edad. Los espectáculos mantuvieron la teatralidad del rock de terror.

En su quinta visita a Brasil, en 2011, continuó con su presencia grotesca y performance performativa, interpretando clásicos como No More Mr. Nice Guy, Only Women Bleed y Feed My Frankenstein.

Sus dos últimas presentaciones en el país fueron en Rock in Rio en 2015, con la banda Hollywood Vampires, que también contaba con el actor Johnny Depp y Joe Perry (guitarrista de Aerosmith), y en 2017. En este último espectáculo, en solitario, interpretó canciones de Paranormal, uno de sus mejores álbumes de este siglo.

El hecho de que Cooper haya participado en dos ediciones consecutivas del mayor festival de música de Brasil revela la existencia de un público cautivo a sus actuaciones.

Un año antes, en 2016, había lanzado su candidatura a la presidencia de Estados Unidos con el lema “un hombre con problemas para tiempos difíciles”, en una crítica al momento polarizado de la disputa entre Hillary Clinton y Donald Trump.

De hecho, Alice Cooper se había declarado candidato por primera vez cuando hizo la canción Elected, con versos como: I never lied to you, I've always been cool / I wanna be chosen ("Nunca te he mentido, siempre he sido genial / Quiero ser elegido").

En aquel entonces, la sátira se dirigía a Richard Nixon, quien acabó siendo reelegido en 1972, tras ser destituido dos años después en el emblemático caso Watergate. Cooper repitió el gesto jocoso de postularse simbólicamente a la presidencia de Estados Unidos en 2020 y 2024.

El nuevo espectáculo de Alice Cooper en Brasil debería volver a ser teatral y macabro, con la ya clásica sangre falsa, pero menos impactante. Ahora, después de todo, el público, ya acostumbrado a su actuación, está más interesado en compartir tiempo, en vivo, con un artista que ayudó a escribir la historia del hard rock.

Publicado en el número 1366 de CartaCapital , del 18 de junio de 2025.

Este texto aparece en la edición impresa de CartaCapital bajo el título 'La tía Alice ha vuelto'

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