Ozzy Osbourne, fundador de Black Sabbath y el 'príncipe de las tinieblas' del rock, muere a los 76 años

El cantante original de la banda británica de heavy metal Black Sabbath, Ozzy Osbourne, murió este martes (22/7) a la edad de 76 años, anunció su familia.

En un comunicado, la familia de Ozzy declaró: «Con una tristeza indescriptible, les informamos que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia, rodeado de mucho cariño. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento».

A Osbourne le diagnosticaron Parkinson en 2019. Tocó en el concierto de despedida de Black Sabbath en su ciudad natal, Birmingham, hace apenas dos semanas.

Además de sus compañeros originales de Black Sabbath, el evento reunió a otras bandas a las que han influenciado a lo largo de los años: Metallica, Slayer y miembros de Guns N' Roses y Rage Against the Machine. El espectáculo ha sido descrito como el mejor cartel de heavy metal de todos los tiempos.

Black Sabbath dejó una marca indeleble en la música al crear el sonido que se conoció como heavy metal y, lo que es más, Ozzy prácticamente inventó la imagen de la estrella de rock salvaje.

A base de beber, inhalar cocaína y viajar por el mundo en un estado de aturdimiento semiconsciente durante los años 70, 80 y 90, se aseguró un lugar en el Salón de la Infamia del rock and roll, arrancando de un mordisco las cabezas de unas cuantas pobres criaturas desprevenidas en el camino.

Luego, en la década del 2000, él y su familia fueron catapultados a una nueva forma de fama cuando, sin saberlo, se convirtieron en pioneros de los reality shows , mientras las cámaras capturaban su vida hogareña disfuncional y malhablada (pero cariñosa).

El último concierto de Black Sabbath se celebró en un campo de fútbol en Birmingham, a pocos pasos de la casa de la infancia de Ozzy en el barrio de Aston. Los días de partido, el joven Ozzy y sus amigos cobraban a los aficionados monedas para "cuidar" sus coches.

Bromeó diciendo que su primer trabajo en la industria musical fue afinar bocinas de automóviles en una fábrica local, antes de pasar a trabajar en un matadero, lo que le permitía hacer bromas en los bares poniendo ojos de vaca en los vasos de la gente.

Pero quería escapar de la monotonía de su trabajo diario y puso un anuncio en una tienda de discos buscando miembros para formar una banda.

Esto finalmente condujo a la creación de Black Sabbath, con su amigo de la escuela y guitarrista Tony Iommi, el bajista y letrista Geezer Butler y el baterista Bill Ward.

Otros grupos ya habían creado un sonido similar al heavy metal, pero Black Sabbath realmente marcó el modelo con su combinación de ritmos pulsantes, riffs de rock profundos e imágenes de fantasía y terror.

"Empezaron desde absolutamente nada y se convirtieron en superestrellas mundiales", dice el fan Joe Porter, de 47 años, de Birmingham.

Si ves sus primeros conciertos, verás que contaban con un equipo básico: un sistema de sonido, una pequeña batería, un bajo, y eso era todo. El sonido que podían producir con esos cuatro instrumentos era como si hubiera 20 personas en el escenario.

Su atractivo abarca generaciones, a juzgar por el público de la exposición Ozzy Osbourne: Working Class Hero , que se exhibe en el Museo y Galería de Arte de Birmingham hasta el 28 de septiembre.

"Comenzaron el año en que nació mi madre, 1968", dice Byron Howard-Maarij, de 21 años.

Otro fan, Riley Beresford, de 25 años, de Nottingham, heredó una copia del single Paranoid de Black Sabbath de 1970 como reliquia familiar de su abuela.

"Compró un disco de Paranoid de siete pulgadas y se lo pasó a mi madre, y ahora me lo pasó a mí. Es algo que se ha transmitido en la familia", dice.

Algunas de las travesuras de Ozzy se han vuelto legendarias.

El más famoso fue arrancarle la cabeza de un mordisco a un murciélago real mientras estaba en el escenario en Iowa en 1982. Durante la gira, solía lanzar carne cruda al público, lo que provocó que los fans la devolvieran al escenario. Afirma que pensó que el murciélago era falso antes de morderlo.

Pero no intentó utilizar la misma excusa para las dos palomas cuyas cabezas había mordido durante una reunión de una compañía discográfica el año anterior.

Entre sus otras hazañas se incluyen ser arrestado por orinar en el monumento de guerra de Texas, El Álamo, mientras vestía uno de los vestidos de Sharon; ser expulsado del campo de concentración de Dachau por estar borracho y causar disturbios durante una visita durante un recorrido por Alemania; apuntar con un arma al baterista de Black Sabbath durante un mal viaje de ácido ; desmayarse y despertarse en la mediana de una carretera de 12 carriles; y masacrar a los habitantes de su gallinero con una pistola, una espada y gasolina mientras vestía una bata de baño y un par de chanclos.

Todo esto contribuyó a la leyenda de Ozzy, pero en realidad, gran parte de su comportamiento no era muy atractivo ni glamoroso. El alcohol y las drogas le dieron una personalidad similar a la del personaje del libro "El Dr. Jekyll y Mr. Hyde ".

En 1989, despertó en la cárcel y le dijeron que lo habían arrestado bajo sospecha de intento de asesinato por estrangular a su esposa, Sharon. No recordaba nada al respecto. Ella retiró los cargos.

En 2003, supuestamente ya sin alcohol, se rompió el cuello al caerse de un vehículo todoterreno. En 2019, sufrió una lesión medular en una caída y ese mismo año le diagnosticaron párkinson.

Cuando ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll como solista el año pasado, tuvo que sentarse en un gran trono negro, apropiadamente adornado con calaveras y un murciélago gigante. Ese mismo trono se usó en el último concierto de Black Sabbath en Birmingham.

Su cuerpo ha sobrevivido a más abusos que prácticamente cualquier otra persona en el planeta, pero la edad y la realidad médica lo han alcanzado.

Sharon dijo que el show del 5 de julio definitivamente sería el último de Ozzy.

"¿Sabes cuándo me jubilaré?", preguntó en un documental de 2020. "Cuando oiga a alguien clavar la tapa de mi ataúd. Y entonces haré un bis".