El Real Oviedo casi se apaga, se aferra a su gente y canta el regreso a Primera 24 años después

Tardaron 24 años, mucho más de lo esperado en Asturias, pero el Real Oviedo regresó a La Liga tras un largo periodo en el que estuvo casi condenado a la extinción. Regresa a los grandes escenarios en agosto, completando un ciclo de sacrificio y unidad.

En la década de los 90, el Oviedo fue un equipo que ilusionó al fútbol español, terminando varias veces en la mitad superior de la tabla, teniendo varias rachas largas en la Copa del Rey e incluso jugando la Copa de la UEFA en 1992. Los portugueses Paulo Bento y Abel Xavier fueron parte de este éxito, que terminaría con el descenso en 2001.

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En declaraciones a Renascença , Paulo Bento recuerda Oviedo como una experiencia "inolvidable" y "notable".

Luego vino un fuerte descenso y apenas dos años después, con problemas económicos y varias deudas acumuladas, el club descendió administrativamente a la cuarta división por primera vez en su historia.

El ayuntamiento ideó la idea de crear un nuevo club para que el Real Oviedo pudiera cerrar sus puertas y se pudiera fundar una nueva institución, libre de deudas. Sin embargo, la idea tuvo muy mala acogida en la ciudad.

El club nació, pero no fue más que un proyecto fallido que acabó después de tres años sin el apoyo de la mayoría de la afición ovetense, que aún hoy guarda rencor.

Paulo Bento describe este momento como "un intento de sustituir al Real Oviedo por otro club, pero luego vimos la determinación, la resiliencia y la voluntad de los ovetenses, que supieron apoyar al club y ayudarlo en uno de los momentos más convulsos de su historia".

Después de varios años en las divisiones inferiores, el club estuvo nuevamente cerca de cerrar sus puertas en 2012.

Entonces, la solución fue diferente: una iniciativa a gran escala para ampliar el capital mediante la venta de acciones a los socios. El apoyo no se limitó a Asturias, sino que llegó de todas partes. Incluso el Real Madrid compró algunas acciones para evitar que el Real Oviedo se hundiera.

De hecho, el sufrimiento está más que arraigado en la historia del club.

En la década de 1930, durante otra época de gloria para los asturianos, que incluso amenazaban con aspirar al título, el club se vio gravemente afectado por la Guerra Civil Española. Una de las estrellas del equipo murió en combate y muchas otras fueron exiliadas. Las consecuencias perduraron durante décadas.

En 2017, el cantante Melendi, aficionado carbayón, creó un nuevo himno para el club, cargado del sufrimiento de una generación que aún veía brillar al Oviedo y que anhelaba su vuelta.

Así surgió la canción “Volveremos”, cantada antes de cada partido, con una letra que anticipaba lo ocurrido la semana pasada: “Volveremos algún día a primera división, porque nos lo merecemos, el equipo y su afición”.

Nuno Gomes es portugués y uno de los asistentes del equipo. Cuando se confirmó el ascenso, presenció algo que no recuerda haber vivido nunca: «Nunca había visto una ciudad entera celebrando, desde el estadio hasta las plazas, todos en las calles y en las ventanas celebrando el ascenso».

El partido más importante de la carrera de Santi Cazorla

La plantilla incluye a Santi Cazorla, centrocampista que formó parte de la generación dorada que ganó dos Eurocopas con la selección española. Jugó en la Premier League con el Arsenal y también brilló en el Villarreal, el Málaga y el Al-Sadd.

Nunca había jugado en el primer equipo del Oviedo, el club donde se formó y en la ciudad donde nació y creció. Regresó el año pasado y ni siquiera quería cobrar un sueldo. Llegó con la misión de ayudar a su club.

Tras 33 partidos y ya con 40 años, Cazorla fue decisivo. En la ida de la semifinal del play-off contra el Almería, marcó un golazo que clasificó al equipo para la final. Contra el Mirandés, volvió a marcar de penalti en la vuelta.

El entrenador en jefe es Veljko Paunovic, quien aceptó la invitación para dirigir al equipo en la recta final del campeonato para cerrar definitivamente una asignatura pendiente. Hace 24 años, formó parte de la plantilla que descendió.

"Estaba feliz aquí y sentía el dolor y la tristeza del descenso. Vinimos con un solo objetivo", confiesa Nuno Gomes. Y la misión se cumplió.