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Los economistas descartan el pesimismo de Mário Centeno

Los economistas descartan el pesimismo de Mário Centeno

La destrucción neta de empleos de los últimos meses “hay que tenerla en cuenta”, dado que el impacto en el mercado laboral depende de la evolución económica, señalan economistas entrevistados por Lusa, que consideran esta una advertencia cautelosa de Centeno.

En la presentación del Boletín Económico de junio, el gobernador del Banco de Portugal (BdP) alertó de la “destrucción neta de empleos” que se viene produciendo consecutivamente entre octubre de 2024 y marzo de 2025, lo que, según Mário Centeno, no se observaba desde el primer trimestre de 2013.

Según cálculos del BdP, basados ​​en microdatos de la Seguridad Social y facilitados a Lusa, la tasa neta de contratación fue del -0,3 en marzo, mientras que en el mismo periodo del año anterior fue del 1.

Esto supone un empeoramiento con respecto a la cifra registrada en febrero, cuando fue de -0,1, pero una mejora con respecto a principios de año (fue de -0,5 en enero). Una fuente oficial del regulador subraya, no obstante, que los datos de marzo son provisionales y están sujetos a revisión, lo cual podría ser significativo, y señala que estas series presentan una alta estacionalidad.

En declaraciones a Lusa, el economista João Cerejeira dijo que los datos no son sorprendentes, a la luz de la “evolución reciente de la economía portuguesa”.

Pero recuerda que “el mercado laboral siempre opera con cierto rezago respecto a la actividad económica”, por lo que la advertencia del exministro de Hacienda es una “alerta más cautelosa”, dado que, tras un “crecimiento económico atípico” a finales de 2024 –debido a la actualización de las tasas de retención del IRS, que, a su vez, impulsó el consumo de los hogares–, la tendencia se revirtió “por completo en el primer trimestre de 2025”, con una caída del PIB en cadena.

En otras palabras, “hay que tenerlo en cuenta” y se justifica a la luz de que algunos sectores como el automóvil, el textil y el calzado son “más vulnerables” a la situación internacional, así como por el aumento del número de despidos colectivos (cuyo primer trimestre fue el peor desde 2014), pero sin mayor dramatismo, apunta el profesor de Economía de la Universidad de Minho.

La posición es compartida por Ricardo Ferraz, profesor del ISEG y de la Universidade Lusófona, quien subraya que “ no hay motivos para la alarma, pero sí hay motivos, teniendo en cuenta esta alerta, para que los responsables políticos vigilen con cierta atención la evolución del mercado laboral ”.

El economista también destaca que “hay que tener en cuenta que el mercado laboral en Portugal es bastante dinámico, por lo que hay varias fluctuaciones a lo largo del tiempo, en un horizonte temporal determinado, hay creación y destrucción neta de puestos de trabajo”.

Pedro Braz Teixeira, por su parte, dice que los datos “son moderadamente negativos”, pero “no muy negativos”, dado que estamos hablando de “unas pocas décimas”.

«Es una llamada de atención para estar alerta, pero no es una luz roja. Es una luz amarilla », resume el director de la oficina de investigación del Foro para la Competitividad.

Los economistas entrevistados por Lusa consideran, por tanto, que, por ahora, no hay motivos para la alarma y ponen el foco en la evolución de la actividad económica.

“No estamos hablando todavía de un aumento del paro”, subraya el profesor de Economía de la Universidad de Minho, indicando que éste sólo se producirá “si esta ralentización de la actividad económica es intensa” y “persistente en el tiempo”.

Pero si se produce un aumento del desempleo combinado con un menor crecimiento, podría haber mayores motivos de alarma, dado que los ingresos fiscales serán menores de lo esperado y habrá “un aumento del gasto a través del salario mínimo”, admite.

“No es posible seguir creciendo el empleo al ritmo que tuvimos en años anteriores si tenemos una desaceleración de la actividad económica, como ya tuvimos en el primer trimestre”, argumenta, indicando que “el principal motor del crecimiento para este año” será la demanda interna, ya sea a través del consumo de los hogares o de la inversión pública.

Ricardo Ferraz destaca también que Portugal “está creciendo por encima de la media europea, pero la situación exterior no es favorable”, en un momento en el que algunas instituciones ya han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía portuguesa.

A diferencia de João Cerejeira, Pedro Braz Teixeira también destaca el hecho de que en Portugal el crecimiento del empleo es, en gran medida, “a costa de la inmigración” y, dadas las “mayores exigencias a la contratación de inmigrantes” decididas por el Gobierno, esto podría suponer un aumento de la tasa de paro.

Por su parte, el profesor de Economía de la Universidad de Minho sostiene que “una política muy liberal” en una fase de “moderación del crecimiento” podría conducir a un aumento del desempleo.

observador

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