PSP y Deco alertan sobre uso de números falsos en fraudes

La PSP y Deco alertan del creciente fenómeno del "spoofing", una técnica utilizada en estafas informáticas que falsifica números de teléfono para engañar a las víctimas, y piden una mayor protección legal y una mayor concienciación de los consumidores.
Aunque el sistema de la Policía de Seguridad Pública (PSP) no permite identificar el número exacto de denuncias de este delito en particular, una fuente oficial de la entidad aseguró a Lusa que están siguiendo de cerca el fenómeno y enfatizó que las víctimas generalmente solo presentan una denuncia cuando la llamada efectivamente resulta en una estafa.
El spoofing consiste en falsificar una entidad (correo electrónico, número de teléfono, sitio web o dirección IP, entre otros) para dar una apariencia de legitimidad y confianza en ese contacto, con el objetivo de engañar a la víctima, explicó la misma fuente oficial.
Los cibercriminales se hacen pasar por bancos, empresas conocidas o instituciones públicas para obtener datos personales o credenciales de las víctimas con fines delictivos, advierte la PSP.
Estas estafas pueden tener graves consecuencias: desde el robo de datos bancarios hasta el acceso a contenido privado de los teléfonos de las víctimas, como fotos o contactos. En algunos casos, los estafadores convencen a las víctimas de realizar transferencias bancarias, a menudo con la promesa de inversiones ficticias.
Los consumidores también están cada vez más preocupados. Aunque no hay cifras concretas, Deco Luís Pisco, abogado de la asociación de protección al consumidor, confirma que «muchos consumidores buscan información sobre este tipo de estafas».
Según el responsable, este tipo de fraude es una evolución de las prácticas de “phishing”, que actualmente utilizan llamadas de voz ('vishing') o SMS ('smishing'), con el uso de “spoofing” [usurpación de números] para simular números de teléfono confiables.
Luís Pisco señala también que los estafadores “enmascaran o falsifican el número de teléfono desde el que envían mensajes o realizan llamadas (“spoofing”), haciéndose pasar por entidades acreditadas como el Estado, bancos y prestadores de servicios públicos y privados.
La PSP refuerza la importancia de la prevención, aconsejando a los ciudadanos desconfiar de las llamadas o mensajes genéricos, no hacer clic en enlaces sospechosos, no compartir su número de teléfono en redes sociales y bloquear las llamadas no deseadas.
Deco advierte contra el uso de técnicas de ingeniería social que explotan la ingenuidad y el analfabetismo digital de los consumidores. «Deberían colgar la llamada y confirmar la veracidad de la información que recibieron (o que les enviaron por mensaje). Y nunca compartan datos personales innecesariamente en redes sociales, especialmente datos sensibles, ya que están proporcionando información para posibles ataques», advierte Luís Pisco.
Ambas entidades recomiendan denunciar todos los intentos de fraude, incluso si no han causado ningún daño. Sin embargo, el abogado de Deco enfatiza que la legislación actual "no protege suficientemente a los consumidores" y aboga por una actualización urgente que obligue a los operadores de comunicaciones a implementar medidas de prevención y detección más eficaces.
“La legislación actual no protege suficientemente a los consumidores en estas situaciones y necesita urgentemente una actualización en cuanto a medidas para prevenir, detectar y reprimir estas prácticas por parte de las empresas prestadoras de servicios de comunicaciones electrónicas”, argumenta el abogado de Deco.
“Además, ya existe un conjunto de soluciones técnicas que permiten al menos mitigar los efectos de estos ataques y que pueden y deben implementarse”, concluye.
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