De vuelta al espacio: el futuro del derecho espacial de la UE

La Comisión Europea ha presentado recientemente el borrador de la futura Ley Espacial de la Unión Europea –aún no disponible al público–, cuyo principal objetivo es armonizar y modernizar el marco regulatorio del sector en todos los Estados miembros, en un momento en el que la carrera espacial cobra impulso. Para Portugal, país que en 2023 alcanzó las 90 empresas vinculadas al espacio —un crecimiento del 43% respecto a 2019— y registró 121 millones de euros en ingresos operativos (de los cuales 77 millones procedieron de actividades no relacionadas con las telecomunicaciones por satélite), la nueva ley puede representar tanto una ventana de oportunidades como nuevos retos que exigen una rápida adaptación por parte de las startups y pymes nacionales.
Al nivelar las normas sobre licencias, responsabilidad y seguridad, la propuesta pretende crear un mercado interior europeo más predecible e integrado, beneficiando directamente a las empresas portuguesas, que ahora podrán competir en condiciones comparables a las de los principales actores europeos. Uno de los aspectos más innovadores es la inclusión de obligaciones medioambientales —como el cálculo obligatorio de la huella ambiental y medidas para prevenir la basura espacial— que benefician claramente a quienes ya invierten en tecnologías sostenibles: el Parque de Recursos Espaciales, en las Azores, es un ejemplo de iniciativa que podría verse reforzada por este marco más verde.
Otra novedad importante es el reconocimiento formal de las operaciones y servicios espaciales (ISOS), que abarca actividades como el mantenimiento orbital, el reabastecimiento de combustible y la reutilización de satélites. Son precisamente en estas áreas emergentes en las que startups portuguesas como OmniSat y Deimos Engenharia ya están dando sus primeros pasos, aprovechando regímenes de licencias simplificados diseñados para operadores más pequeños. Al mismo tiempo, la ley refuerza los requisitos de ciberseguridad para los sistemas espaciales, abriendo espacio para colaboraciones con centros europeos de excelencia en seguridad informática.
A pesar de estas potencialidades, la centralización de la regulación a nivel de la UE podría conllevar una mayor complejidad burocrática, especialmente para un ecosistema todavía en fase de consolidación. La falta de una integración más explícita con la Agencia Espacial Europea (ESA) también podría dificultar el acceso directo de las empresas portuguesas a los programas y fondos europeos, en un momento en el que el presupuesto espacial de la UE ascendía a unos 11.000 millones de euros en 2023, de los que casi dos tercios eran gestionados por la ESA. Además, existe el riesgo de que se produzcan costes operativos elevados derivados de las nuevas obligaciones medioambientales, que podrían pesar aún más sobre las PYME con recursos limitados.
A mediano y largo plazo, la ley tiene el potencial de catalizar el desarrollo de un verdadero ecosistema nacional, incentivando la investigación y el desarrollo tecnológico en universidades y centros empresariales. La ubicación privilegiada de las Azores, con condiciones únicas para lanzamientos a pequeña escala y observación ambiental, puede ser valorada como una plataforma logística de referencia en sostenibilidad espacial.
Portugal ha adoptado un modelo equilibrado entre legislación y directrices estratégicas. La Ley del Espacio portuguesa (Ley nº 54/2019) establece el marco legal para todas las actividades espaciales en el país, alineándose tanto con los tratados internacionales, como el Tratado del Espacio Ultraterrestre, como con las directrices definidas por la Unión Europea. Paralelamente, el programa Portugal Space 2030 define objetivos y prioridades para el desarrollo del sector hasta el final de la década, impulsando la consolidación de clusters tecnológicos y la creación de infraestructuras nacionales. La participación activa en la ESA y el estímulo continuo de la investigación y la innovación, a través de instrumentos como ESA BIC Portugal y las subvenciones de I+D de Horizonte Europa, son formas eficaces de implementar estándares internacionales sobre el terreno.
En cuanto a los beneficios y retos de los marcos legislativos internacionales, europeos y nacionales, cabe destacar la coordinación europea en normas técnicas, certificación y financiación —ejemplificada por los programas de la ESA, que prevé entregar 16.000 millones de euros a la industria espacial entre 2021 y 2027—, facilitando así la atracción de inversiones, la transferencia de tecnología y la integración de nuestras empresas en la economía espacial global. La armonización regulatoria reduce las barreras de entrada a los mercados extranjeros y fortalece la confianza de los socios internacionales.
En cuanto a los desafíos, la superposición regulatoria entre tratados internacionales, leyes nacionales y actos delegados de la UE puede generar incertidumbre y costos de cumplimiento adicionales. Las normas sobre responsabilidad civil, seguros espaciales y salvaguardias medioambientales aún carecen de mayor claridad para los operadores privados, por lo que a menudo requieren asesoramiento especializado. Además, el desarrollo de la capacidad espacial propia de Portugal requiere una inversión sustancial en infraestructuras —como centros de lanzamiento e instalaciones de pruebas— y formación cualificada, sin las cuales corremos el riesgo de depender demasiado de proveedores externos.
Para maximizar las ganancias y mitigar los riesgos, sería pertinente: (1) aumentar el apoyo financiero a la I+D y acelerar los incentivos fiscales para las empresas emergentes y las PYME; (2) desarrollar un plan nacional de adaptación a la nueva regulación europea, con guías de buenas prácticas y líneas de crédito accesibles; (3) promover firmemente el papel de las Azores como centro de lanzamientos sostenibles; y (4) garantizar la presencia activa de Portugal en la definición de los actos delegados y de ejecución con la Comisión Europea y la ESA, garantizando que los intereses nacionales se reflejen plenamente.
En resumen, la futura Ley Espacial de la UE, complementada con un sólido marco nacional, crea una oportunidad única para que Portugal fortalezca su papel en la economía espacial global. Con visión estratégica, recursos dedicados y cooperación europea, podemos transformar los desafíos regulatorios en motores de crecimiento sostenible para el sector espacial portugués.
observador