El hidrógeno y la energía solar suponen la tala de 13.500 árboles

La ampliación del área industrial de Sines para la instalación de cuatro grandes proyectos industriales previstos en la región implicará la deforestación de una superficie total de 74,8 hectáreas. La información está contenida en el resumen técnico del proyecto de deforestación puesto a consulta pública por Aicep Global Parques, la empresa pública propietaria del terreno.
Esta superficie está dividida en cuatro lotes que serán ocupados por dos proyectos del consorcio Madoqua, uno de hidrógeno y otro de amoniaco, por la fábrica de baterías Calb y por el parque de paneles solares asociado a la reconfiguración industrial de Repsol Polímeros. Se trata de inversiones internacionales vinculadas a la transición energética y clasificadas como PIN (interés nacional potencial) y representan inversiones totales de más de 4.000 millones de euros (Calb — 2.000 millones, Madoqua — 1.000 y 500 millones de euros y Repsol — 670 millones de euros).

Mapa que muestra la ubicación prevista de grandes proyectos industriales en Sines
El estudio de impacto ambiental que ahora ha entrado en consulta pública sólo analiza los impactos de uno de estos lotes, el 1A3.4, que será ocupado por la instalación de paneles fotovoltaicos que abastecerán al complejo industrial de Repsol. Pero la superficie cubierta de 30,27 hectáreas también permitirá “la creación de acceso a importantes proyectos de interés nacional (PIN) como Madoqua NH3 que producirá amoniaco verde a escala industrial, a partir de hidrógeno verde, MDQP2X para la producción de hidrógeno verde y Calb – Industria de producción de baterías de litio”.
Los proyectos industriales de la china Calb y Repsol Polímeros ya obtuvieron un estudio de impacto ambiental favorable, pero en el caso de la reconfiguración industrial de la química española, denominado proyecto Alba, faltaba el parque solar con una capacidad de 6,5 megavatios (MW) para alimentar la unidad de producción de hidrógeno por electrólisis.
En la superficie a deforestar se identificaron 12.415 árboles a talar, principalmente pinos, además de 1.034 alcornoques, lo que hace un total de 13.449. Sin embargo, el resumen técnico del estudio de impacto ambiental admite que el proyecto supondrá la tala de un total de 2.475 alcornoques, de los que sólo el 10% son adultos y la mayoría jóvenes. El alcornoque es una especie protegida y su tala requiere medidas compensatorias, estando prevista la plantación de 11 hectáreas de ejemplares en una zona próxima.
El universo de árboles a talar está dominado por los pinos marítimos, con más de nueve mil ejemplares (la mayoría adultos). También se verán afectados más de mil pinos piñoneros y alrededor de dos mil eucaliptos.
La intervención de deforestación se realizará “de forma escalonada en función de las necesidades de implementación de nuevas instalaciones industriales y/o logísticas”.
Esta evaluación ambiental se centra en uno de los cuatro lotes, ya que la deforestación de las áreas que serán ocupadas por otras unidades industriales ya fue objeto de un estudio específico ya aprobado —en el caso de Calb— y será objeto de otro que presentará Madoqua para sus proyectos industriales. El terreno está ubicado entre las instalaciones de Repsol Polímeros y contempla además una nueva rotonda que da acceso a zonas ocupadas por otros proyectos.
Según el documento presentado por Aicep Global Parques, la “superficie a deforestar corresponde a terrenos destinados a la instalación de establecimientos industriales, que han estado desocupados durante décadas por la falta de inversión, y que actualmente cuentan con una cubierta vegetal diversificada compuesta principalmente por pino piñonero y marítimo, eucaliptos y alcornoques”.
El estudio considera que los principales impactos negativos son de “significación reducida” a excepción del indicador de flora y vegetación al afectar a especies con estatus de protección. Y destaca que el paisaje de la zona está ya “fuertemente marcado por la presencia de varias infraestructuras industriales y portuarias”.
Y argumenta que no deforestar este lote “genera impactos negativos importantes en las actividades económicas y en la estrategia nacional y europea para alcanzar los objetivos en materia de descarbonización de la economía, transformación del sistema energético europeo y lucha contra el cambio climático porque, en su ausencia, no será posible implementar paneles fotovoltaicos que forman parte de estas políticas y que harán una importante contribución a la descarbonización”.
Además de los impactos ambientales locales, el desarrollo de estos grandes proyectos para la región de Sines también está obligando a la reconfiguración y refuerzo de las capacidades nacionales para suministrar electricidad y agua a esa región del país.
observador