El consorcio CAR-T busca producir terapias innovadoras.

Un consorcio portugués que reúne a médicos, investigadores y académicos quiere desarrollar la capacidad nacional para producir terapias innovadoras con células CAR-T, una forma avanzada de inmunoterapia que ha demostrado tasas de éxito en ciertos cánceres de sangre, se anunció este viernes.
El consorcio está liderado por una empresa de biotecnología de Guimarães, Stemmatters, el Instituto Portugués de Oncología (IPO) de Oporto y la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidade Nova de Lisboa (FCT NOVA).
El proyecto, denominado “CAR T-Matters — Transformando el panorama de la terapia con células CAR-T en Portugal”, fue seleccionado para recibir financiación competitiva a través del programa COMPETE 2030, gestionado por la Agencia Nacional de Innovación (ANI).
En declaraciones a Lusa, el presidente de la IPO de Oporto afirmó que el principal objetivo es promover la capacidad del país para posibilitar la producción de células CAR-T, o terapias médicas avanzadas, en Portugal.
Es un proceso muy complejo que implica varias iniciativas y etapas, y que durará varios años. Se prevé que el proyecto finalice en 2028 (…). Queremos desarrollar las condiciones para producir estas células, lo que permitirá a Portugal ofrecer a más pacientes acceso a esta innovadora tecnología. Esto también atraerá más ensayos clínicos académicos e industriales, democratizando el acceso y reduciendo el coste de esta terapia que tantos beneficios ha aportado a los pacientes con cáncer», declaró Júlio Oliveira.
Las terapias con células CAR-T implican la reprogramación de los linfocitos T (las propias células del sistema inmunológico del paciente) para que reconozcan y ataquen específicamente las células tumorales.
La información enviada a Lusa por los responsables del consorcio indica que “esta forma avanzada de inmunoterapia ha demostrado tasas de éxito sin precedentes en ciertos cánceres de la sangre”, pero que “el acceso a estas terapias en Portugal se enfrenta a importantes obstáculos logísticos y económicos, ya que el país actualmente no tiene capacidad para desarrollarlas ni fabricarlas”.
Actualmente, los pacientes portugueses candidatos a terapias CAR-T dependen totalmente de centros de producción en el extranjero.
Las células T del paciente se recolectan en un hospital de Portugal y se envían a laboratorios especializados en el extranjero, donde se modifican genéticamente y se multiplican. La terapia resultante se envía de vuelta para su administración al paciente.
En declaraciones a Lusa, Júlio Oliveira dijo que cree que la formación y cualificación de profesionales de diversos equipos, desde el clínico hasta el académico, debe durar “un año, un año y medio”, y se “espera que los CAR-T puedan producirse en dos años”.
El problema es la escala. Será a pequeña escala y se centrará principalmente en proyectos (…). ¿Esta producción reemplazará a las CAR-T comerciales? No. Porque, para tener una idea de la demanda, de la necesidad de producción, el año pasado, en la IPO de Oporto, realizamos tantas infusiones de CAR-T como las que habíamos hecho desde 2019, señaló Júlio Oliveira.
Respecto a la participación de otras entidades, según la profesora e investigadora de FCT NOVA, Paula Videira, corresponderá a esta institución educativa “explorar miles de moléculas mediante algoritmos de aprendizaje automático, para descubrir las más prometedoras para potenciar la capacidad antitumoral de las células CAR-T”.
“Esto nos permite modelar dianas terapéuticas innovadoras que escapan a los enfoques tradicionales”, explica el profesor.
Al mismo tiempo, a nivel industrial, Stemmatters será responsable de implementar la capacidad de fabricación de estas terapias celulares de acuerdo con los requisitos normativos y regulatorios, “estableciendo una cadena integrada de desarrollo y traducción clínica de inmunoterapias celulares, capaz de apoyar la innovación terapéutica en Portugal”, como resume el cofundador de la compañía y coordinador de CAR T-Matters, Rui Sousa.
El proyecto CAR T-Matters comenzó en febrero de 2025 y tendrá una duración de tres años.
Esta operación está cofinanciada por el Programa COMPETE 2030 (Portugal 2030), a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
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