Cómo evitar la sarcobesidad, una condición que amenaza el envejecimiento saludable

A medida que envejecemos, el cuerpo humano experimenta diversas transformaciones fisiológicas. Entre los posibles cambios se incluyen la pérdida de masa muscular y fuerza (sarcopenia) y la acumulación de grasa corporal, lo que puede provocar obesidad. Cuando estas dos afecciones se presentan simultáneamente, surge una afección cada vez más común y preocupante: la sarcobesidad, también conocida como obesidad sarcopénica. Esta combinación ha llamado la atención de los investigadores, especialmente porque representa riesgos para la salud física y metabólica de la población de edad avanzada.
Preocupada con el envejecimiento poblacional y los impactos de esta condición clínica, la nutricionista Gabriela Ortiz, investigadora del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio y Metabolismo (LAFEM) de la Escuela de Educación Física y Deportes de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (EEFERP/USP), y su equipo decidieron profundizar en el tema a través de una revisión científica de los principales estudios sobre la enfermedad.
Los resultados, publicados recientemente en la revista Ageing Research Reviews , revelan la falta de criterios diagnósticos estandarizados para la sarcobesidad y la complejidad de su tratamiento, que debe ser multifactorial y personalizado. «Dado el envejecimiento de la población, el estudio de afecciones que afectan principalmente a las personas mayores, como la sarcobesidad, es un tema de gran interés para la comunidad científica, con el objetivo de investigar las opciones de prevención y tratamiento, garantizando así el apoyo a esta población», comenta Ortiz en una entrevista con Agência Einstein .
Esta condición es preocupante porque combina dos enfermedades que amenazan la salud de diversas maneras. «La sarcobesidad combina los riesgos de la obesidad —como la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares— con los de la sarcopenia, que incluyen un mayor riesgo de caídas, fracturas y pérdida de independencia», explica el nutricionista Diogo Toledo, coordinador del Departamento de Nutrición del Hospital Einstein Israelita.
De hecho, la función de los músculos va mucho más allá de permitir la movilidad y el equilibrio. «El tejido muscular es esencial para mantener un metabolismo activo. Ayuda al cuerpo a gastar energía eficientemente y a prevenir la acumulación excesiva de grasa», señala Toledo.
Los músculos también contribuyen a la producción de hormonas y fortalecen el sistema inmunitario. «Con la edad, es natural perder masa muscular y ganar grasa, especialmente cuando no se mantienen hábitos saludables. Por eso, la sarcobesidad se ha convertido en un problema de salud pública creciente», advierte el médico de Einstein.
En una revisión de estudios realizados en la USP Ribeirão Preto, tres estrategias terapéuticas resultaron prometedoras contra la sarcobesidad: la suplementación con taurina, la modulación de la microbiota intestinal y el ejercicio regular. Conozca más sobre ellas a continuación.
Suplemento
La taurina es un aminoácido sulfonado presente de forma natural en tejidos como el cerebro, los músculos, el corazón y la retina. Aunque el cuerpo humano produce una pequeña cantidad, la mayor parte debe obtenerse a través de la dieta; la carne, el pescado, el marisco y los lácteos son las principales fuentes.
Los niveles de taurina disminuyen con la edad, y esta disminución se asocia con afecciones como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y envejecimiento celular. Por lo tanto, la suplementación, generalmente en dosis de 1,5 g a 3 g al día, se ha estudiado como una posible intervención para mejorar la salud muscular y metabólica en adultos mayores.
En el estudio, el suplemento demostró posibles efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pero se necesita más investigación. «La mayor parte de la evidencia sólida proviene de estudios con animales y experimentos in vitro . Aún se necesitan más estudios clínicos en humanos», reflexiona Ortiz.
Según Toledo, la taurina puede ser un aliado para combatir la sarcobesidad, ya que reduce el catabolismo muscular, el proceso mediante el cual el cuerpo descompone las proteínas musculares para utilizarlas como fuente de energía. Esta sustancia también ayuda, directa e indirectamente, a minimizar la pérdida muscular. «Actúa como un potente antioxidante, mejorando el equilibrio del organismo. Esto protege los músculos del daño oxidativo, la disfunción mitocondrial y la debilidad muscular. Además, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la función mitocondrial», explica.
Sin embargo, al igual que el investigador de la USP, el nutricionista enfatiza que se necesita más evidencia para comprender el papel de la suplementación con taurina. «Su viabilidad clínica aún no está establecida. Faltan datos sobre las dosis ideales, los mecanismos precisos y los efectos reales en personas mayores con sarcobiosis. Necesitamos ensayos clínicos bien controlados con muestras más grandes para establecer su eficacia y seguridad como terapia estándar», enfatiza el médico de Einstein.
Microbiota intestinal
Otro punto destacado de la revisión fue la importancia de la microbiota intestinal, que experimenta cambios significativos con el envejecimiento. La pérdida de diversidad del microbioma y el aumento de la permeabilidad intestinal promueven la inflamación crónica y comprometen la síntesis de proteínas musculares, especialmente en adultos mayores.
La microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en la salud. La obesidad presenta un patrón típico de disbiosis, con un aumento de algunas bacterias y una reducción de otras especies protectoras. Este desequilibrio crea un entorno inflamatorio que afecta la absorción de nutrientes y el funcionamiento general del organismo —explica Toledo—. Esto puede incluso comprometer la ganancia y el mantenimiento muscular.
Según Ortiz, la conexión entre el intestino y los músculos está mediada por compuestos producidos por bacterias beneficiosas, que estimulan la síntesis de proteínas, reducen la inflamación y mejoran la sensibilidad a la insulina. En este contexto, la modulación de la microbiota —con una dieta rica en fibra y fuentes de prebióticos y probióticos— se presenta como un enfoque prometedor.
Ejercicio físico
La tercera estrategia destacada por el estudio brasileño es el ejercicio físico. Es común que los adultos mayores tengan dificultades para mantenerlo debido a problemas como limitaciones físicas, motricidad, dolor articular, enfermedades crónicas e incluso miedo a lesionarse. "También enfrentan obstáculos psicológicos, como la falta de motivación, la baja autoestima y el miedo a no poder completar las actividades propuestas", advierte Gabriela Ortiz.
Según la nutricionista, el entrenamiento de fuerza es particularmente efectivo porque estimula la síntesis de proteínas, lo que contribuye al aumento de la masa muscular. Se recomienda realizar este entrenamiento dos o tres veces por semana, a una intensidad moderada-alta, siempre bajo supervisión.
El ejercicio aeróbico, como caminar o andar en bicicleta, también es importante, ya que ayuda a reducir la grasa corporal, mejora la capacidad cardiorrespiratoria, aumenta la sensibilidad a la insulina y promueve el bienestar psicológico. La combinación de ambos —ejercicio de fuerza y aeróbico— ha mostrado efectos aún más prometedores, afirma el investigador.
Los expertos coinciden en que el tratamiento de la sarcobesidad debe ser multifactorial e integral. «Acciones combinadas, como el ejercicio de resistencia, una ingesta adecuada de proteínas, una dieta con restricción calórica moderada y la modulación de la microbiota, son más eficaces para mejorar la composición corporal y la calidad de vida en los adultos mayores», afirma Toledo. «Necesitamos tratar el envejecimiento muscular y metabólico de forma sistémica», enfatiza Ortiz. «Los hallazgos actuales son prometedores. Al integrar diferentes estrategias, podemos promover un envejecimiento más saludable y funcional», concluye el autor.
Fuente: Agencia Einstein
La publicación Cómo evitar la sarcobesidad, una condición que amenaza el envejecimiento saludable apareció primero en Agência Einstein .
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