Si no fuera por el ruido de los medios...

A principios de febrero, Anastasia, sin ocultar su nombre ni su rostro, contó cómo fue a Tbilisi para convertirse en madre sustituta y así mejorar la situación financiera de la familia (ver “A veces me parece que sería mejor si buscara otras opciones…”, “Vremya” del 6.2.2025 ). Según el contrato, la compañía debía pagarle a Anastasia, quien dio a luz a un bebé sano de padres chinos a mediados de noviembre, 15.000 dólares. Pero el procedimiento tardó demasiado tiempo.

- Después de su publicación, periodistas de Kazajstán y luego de Georgia se pusieron en contacto conmigo. Di la entrevista porque pensé que así podría atraer la atención no sólo hacia mi problema: sé que hay mujeres que se encontraron en una situación similar, pero tenían miedo de hablar abiertamente, dice Anastasia. - Todos los días me comunicaba con la empresa y me prometían: “El dinero llegará mañana, te lo enviaremos en cualquier momento”.

A través de periodistas georgianos, me encontró un abogado local que me ofreció asistencia jurídica gratuita. Siguiendo su consejo, nos asociamos con otra madre sustituta de Kazajstán (ella tampoco pudo conseguir el dinero) y escribimos una declaración a la oficina del fiscal de Georgia.

El otro día me transfirieron todo el importe, por lo que no tendré que ocuparme más de este asunto. Pero sé que en Georgia viven todavía mujeres kazajas a las que la empresa nunca les ha pagado dinero. Ahora ni siquiera les dan dietas para alojamiento y comida. Están en un punto muerto: no pueden regresar a casa ni cobrar sus honorarios.

Si no fuera por el ruido mediático, no sé cómo habría terminado para mí. ¡Gracias por su apoyo!

Oksana AKULOVA, foto de Vera OSTANKOVA, Almaty