Los promotores han empezado a fijarse en el Lejano Oriente: las pequeñas ciudades son de interés

La falta de demanda en Moscú ha obligado a los constructores a orientarse hacia el este. Entrar en nuevas regiones requiere un enfoque equilibrado y serenidad, especialmente en el Lejano Oriente. En el krai de Jabárovsk, donde la actividad promotora hasta hace poco se mantuvo, por decirlo suavemente, moderada, el número de promotores ha aumentado notablemente en los últimos tres años.

Si en 2022 había 11 promotoras inmobiliarias operando en la región con un volumen de más de 20 mil metros cuadrados, ahora ya hay 25, de las cuales siete son empresas federales. La competencia se intensifica y el mercado madura rápidamente.

Los principales desafíos son el clima, la logística y los recursos. La construcción en condiciones invernales rigurosas exige una revisión de plazos y métodos: las obras monolíticas deben completarse en la temporada de calor —declaró Dmitry Sofronov, director comercial del Grupo de Empresas DARS, en el foro inmobiliario de Dvizhenie—. Nuestra reserva de terrenos en Jabárovsk abarca aproximadamente 700.000 metros cuadrados, y para 2025 se prevé la puesta en servicio de 80.000 metros cuadrados de viviendas. En cuanto a la mano de obra, utilizamos un enfoque combinado: colaboramos con contratistas locales y reforzamos el equipo con especialistas de otras regiones.

A pesar del alto costo de la construcción, la demanda de vivienda en la región se mantiene, principalmente debido al programa hipotecario del Lejano Oriente. Las hipotecas familiares, por el contrario, representan una proporción mucho menor, alrededor del 20%. Los promotores han comenzado a fijarse en las ciudades pequeñas. «Es especialmente importante calcular con precisión el costo y comprender si los compradores están dispuestos a adquirir una vivienda a un precio que les permita mantener la rentabilidad», concluye el especialista.

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