Según las investigaciones, los 3 estilos de crianza más dañinos son: Hacen daño al niño, no lo hacen bien.
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En el estilo Laissez Faire, también conocido como crianza permisiva, los padres dan a sus hijos mucho espacio y establecen un número limitado de reglas. Los niños suelen tomar decisiones por sí solos y sus padres evitan disciplinarlos adoptando una actitud amistosa. Aunque este entorno puede parecer inicialmente cariñoso y cómodo, puede allanar el camino para que los niños carezcan de sentido de la responsabilidad. Las investigaciones muestran que los niños criados con un estilo parental permisivo a menudo sienten que sus acciones no tienen consecuencias, lo que puede tener consecuencias riesgosas a largo plazo.
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Aunque los padres no involucrados satisfacen las necesidades básicas de sus hijos, evitan el apego emocional y rara vez se comunican con ellos. Son insensibles a las necesidades del niño y a menudo permiten que lo dejen solo.
Los niños que crecen con padres no involucrados pueden tener dificultades para formar relaciones saludables y desarrollar habilidades básicas para la vida a largo plazo. Además, estos niños pueden desarrollar dificultades emocionales como ansiedad, depresión y problemas de conducta. Los expertos destacan que se deben adoptar estrategias de crianza más equilibradas, comprensivas y de apoyo para favorecer el desarrollo saludable de los niños.
ntv