Por qué mi reloj favorito del Santo Grial no es un Rolex, un AP o un Patek Philippe

• El Tonda PF Micro-Rotor cuenta con una caja de 40 mm, 7,8 mm de grosor y está impulsado por el calibre ultrafino PF703 de fabricación propia con un microrotor de platino.
• Cada componente del reloj se produce dentro de la red integrada verticalmente de Parmigiani en Fleurier.
• El movimiento PF703 es exclusivo de Parmigiani, mientras que Vaucher Manufacture también suministra calibres a las marcas de relojes más importantes del mundo.

En el remoto pueblo suizo de Fleurier , lejos de los corredores comerciales de Ginebra y del ruido publicitario que rodea a las grandes figuras de la industria relojera, se está gestando una excelencia más discreta. Aquí no hay una boutique insignia. Ni un museo de marca. Solo un conjunto de edificios discretos en el Val-de-Travers, donde la relojería es una disciplina arraigada.

Aquí es donde Parmigiani Fleurier fabrica el Tonda PF Micro-Rotor . No solo se diseñó aquí. Se fabricó aquí, con cada elemento de este reloj, arraigado en una filosofía que prioriza la precisión sobre la promoción, la integración sobre la externalización y la longevidad sobre el espectáculo.

Antes de ver el movimiento o tocar la caja, la historia del Parmigiani Fleurier Tonda PF Micro-Rotor comienza en el Val-de-Travers. Este estrecho valle alpino suizo alberga uno de los ecosistemas más integrados verticalmente en la relojería moderna. Casi todos los componentes del reloj se producen a menos de cinco kilómetros de la sede de Parmigiani.

Nada se externaliza. Nada se subcontrata. Todo se fabrica bajo una misma filosofía y un estándar inquebrantable.

La esfera es de Quadrance & Habillage, donde el guilloché característico de grano de cebada se aplica con precisión microscópica. El movimiento es de Vaucher Manufacture Fleurier , conocido por sus calibres avanzados y su rendimiento cronométrico.

El escape y la espiral son fabricados por Atokalpa, una de las pocas instalaciones en Suiza que puede producir órganos reguladores íntegramente en sus instalaciones. Los componentes micromecánicos, incluyendo los tornillos y piñones, son construidos por Elwin utilizando métodos tradicionales adaptados a las tolerancias modernas.

Desde la materia prima hasta el ensamblaje final, cada componente es trazable y cumple con los estándares de alta relojería. Este nivel de integración vertical es excepcional, por diseño, lo que permite a Parmigiani mantener un control total sobre cada etapa del proceso de producción.

Por supuesto, esto no es ningún secreto; la experiencia de estos talleres es ampliamente reconocida en la industria. Vaucher suministra movimientos a Hermès, incluido el H1837, tras la adquisición del 25 % de Vaucher Manufacture Fleurier por parte de la marca francesa, y ha producido movimientos para Richard Mille y Audemars Piguet, incluyendo los primeros modelos del Code 11.59.

Sin embargo, Parmigiani conserva sus calibres de más alta gama para uso interno, y el Tonda PF Micro-Rotor representa la expresión más pura de este enfoque integrado. Por eso es una de mis piezas predilectas, por encima de las llamadas "Tres Grandes".

Lanzado en 2021 bajo la dirección del CEO Guido Terreni, el Tonda PF Micro-Rotor marcó el comienzo del reposicionamiento de Parmigiani como una empresa independiente moderna con una gran credibilidad de diseño y un profundo pedigrí de fabricación.

Terreni, anteriormente responsable del Octo Finissimo en Bulgari, aportó la misma comprensión de la sobriedad arquitectónica a una marca respetada desde hace tiempo por su experiencia en movimientos, pero a menudo ignorada en el discurso del diseño. Esa era culminó con el lanzamiento del PF.

El Tonda PF Micro-Rotor mide 40 mm de diámetro y tan solo 7,8 mm de grosor. Tanto la caja como el brazalete están elaborados en platino 950, con detalles pulidos que definen las asas en forma de lágrima y el bisel estriado. El bisel no es meramente decorativo; es una interpretación refinada y moderna de la identidad clásica de Parmigiani, reducida a un veteado mínimo, casi imperceptible.

La esfera es de color azul piedra arenado con apliques rodiados de 18 quilates, y no tiene texto aparte del medallón PF aplicado a las 12. No tiene segundero. La superficie tiene un acabado guilloché tan fino que parece mate desde lejos. Lo cual, por supuesto, es intencionado.

El Micro-Rotor está impulsado por el calibre interno PF703, un movimiento automático ultrafino desarrollado por Vaucher Manufacture Fleurier, la empresa hermana de Parmigiani bajo la Fundación de la Familia Sandoz.

El movimiento tiene 3 mm de grosor e incorpora un microrrotor de platino de 22 quilates integrado en la platina. Late a 21 600 alternancias por hora, tiene una reserva de marcha de 48 horas y luce Côtes de Genève, biseles pulidos y perlado, todo ello visible a través del fondo de zafiro de exposición.

El movimiento cuenta con certificación de cronómetro y se ajusta en cinco posiciones. El rotor de platino está grabado y empotrado, lo que elimina la necesidad de una masa de cuerda completa y reduce el grosor vertical sin comprometer la eficiencia. Su ejecución no es experimental; es mecánicamente conservadora, técnicamente madura y refinada industrialmente.

El Tonda PF Micro-Rotor no se inspira en una referencia de los años 70. No toma elementos de Genta ni se basa en la nostalgia de un brazalete integrado para afirmar su legitimidad. El lenguaje de diseño establecido por Michel Parmigiani en 1996 se aprecia claramente aquí. Si bien puede tener guiños lúdicos a una época dorada de los relojes deportivos, el Tonda PF es intrínsecamente Fleurier.

Es contemporáneo, pero arraigado en principios clásicos del diseño, muchos de ellos extraídos directamente de los estudios de Michel Parmigiani sobre la arquitectura de la proporción áurea y la restauración de Breguet. Se lleva plano y desaparece bajo un puño. Es discreto hasta el punto de ser malinterpretado, pero nunca malinterpretado por quienes lo entienden. «No es para todos», como suele decir Parmigiani Fleurier.

Para mí, un reloj del Santo Grial no significa necesariamente el más caro, ni siquiera el que recibe más visitas de Watches & Wonders, aunque eso sin duda ayuda. La escasez podría influir. Pero me preocupa más la historia de la pieza.

El Tonda PF Micro-Rotor destaca en diseño, integración técnica e independencia de fabricación. Es un reloj que se enriquece con la historia, pero que resiste el escrutinio en todos los aspectos: esfera, caja, brazalete, movimiento y filosofía. Para los coleccionistas que han ido más allá del prestigio de la marca y se han centrado en la artesanía y la proporción, no hay mayor declaración que lucir el reloj más discreto de la habitación.