Toledo se muestra firme frente al turismo de masas

Las autoridades de la ciudad de Toledo, en el centro de España, están tomando medidas para limitar el impacto que el turismo excesivo está teniendo en su casco antiguo, desde restringir la publicidad de recorridos turísticos gratuitos hasta controlar el número de grupos de turistas y permitir solo un tren y un autobús turísticos.
La histórica ciudad de Toledo, en Castilla-La Mancha, puede que no reciba el mismo número de visitantes que Barcelona, Valencia o Madrid, pero sus residentes aún sienten el impacto de la conversión de su casco antiguo en un "parque temático" para turistas.
Como resultado, las autoridades locales de la ciudad situada a una hora en coche al sur de Madrid han puesto en marcha una ordenanza que tiene como objetivo "facilitar la convivencia entre residentes y turistas, regular las actividades turísticas y promover un turismo de calidad".
Las nuevas reglas significarán la prohibición de publicitar tours gratuitos con carteles llamativos, paraguas de colores brillantes y ropa de alta visibilidad, una decisión calificada de "vergonzosa e indignante" por los guías, quienes dicen que les impedirá realizar su trabajo.
Otras reglas del nuevo decreto incluyen limitar el tamaño de los grupos turísticos a 30 personas en tres calles del centro histórico: Calle Hombre de Palo, la Plaza del Consistorio y Pasadizo de Balaguer.
En el resto del centro urbano, el Ayuntamiento prohíbe expresamente a los grupos turísticos “obstruir los pasos de vía pública, las zonas peatonales y las entradas y salidas de comercios, viviendas y edificios públicos”.
Los guías tampoco podrán utilizar altavoces ni megáfonos y, en su lugar, deberán proporcionar auriculares cuando el grupo supere las 30 personas o cuando el recorrido se realice después de las 23:00 horas.
Se instalarán cámaras en la calle para garantizar que se cumplan estas restricciones.
Los propios guías turísticos serán responsables de garantizar que se cumplan estas normas y se impondrán multas de hasta 750 € por infringirlas.
El Ayuntamiento también establecerá restricciones de estacionamiento, parada y circulación de autobuses turísticos y otros transportes turísticos. De hecho, solo se permitirá la circulación de un autobús turístico y un tren turístico por las centenarias calles adoquinadas de Toledo.
Las multas por el incumplimiento de alguna de las restricciones mencionadas irán desde los 750 hasta los 3.000 euros.
Tras la aprobación de este proyecto de ordenanza, se ha abierto un periodo de consulta pública de 10 días para que los vecinos y afectados puedan aportar sus aportaciones antes de que el decreto entre definitivamente en vigor, lo que se prevé que sea este mes de septiembre.
"Ha habido muchas quejas de los vecinos del centro, así que entendimos que estas limitaciones eran necesarias", explicó a El Periódico de España el concejal de Turismo y Vivienda de Toledo, José Manuel Velasco.
La ciudad de Toledo es popular por su declaración como Patrimonio Mundial de la UNESCO y su proximidad a Madrid, la capital. En 2024 recibió más de un millón de visitantes y 1,7 millones de pernoctaciones.
Toledo no es la única ciudad que ha introducido normas y límites para grupos turísticos. Valencia introdujo normas similares en abril de 2024 y Barcelona las introdujo en 2022.
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