Final de la Liga de Naciones en Múnich: Alemanes furiosos abuchean sin piedad a Cucurella

Marc Cucurella recibe un coro constante de abucheos en cuanto toca el balón en la final de la Liga de Naciones. Los espectadores de Stuttgart y Múnich aún acusan al defensa español de haber tocado el balón con la mano en los cuartos de final de la Eurocopa contra Alemania hace un año.

La mano de Marc Cucurella en los cuartos de final de la Eurocopa 2024 se ha convertido en leyenda. Con el 1-1 en el marcador en la prórroga, le quitó un disparo a Jamal Musiala, pero la selección alemana no respondió a los penaltis. El árbitro Anthony Taylor no pitó y el asistente de vídeo no intervino. Poco después, Mikel Merino marcó el 2-1, y la selección alemana quedó eliminada en la prórroga. Incluso un año después, la indignación por este hecho no ha disminuido entre muchos aficionados al fútbol alemán.

Esto es evidente en las finales de la Liga de Naciones, que se celebran en Stuttgart y Múnich. Un número considerable de personas han comprado entradas para los partidos de España y sienten la necesidad de abuchear a Cucurella a la menor oportunidad: durante los calentamientos, al anunciar las alineaciones, a cada toque de balón. Parece haber filas de alemanes enfadados en las gradas, sin nada mejor que hacer que castigar con su desprecio al defensa español de su característico pelo rizado.

Esto quedó patente en la espectacular victoria de los campeones de Europa por 5-4 en semifinales contra Francia en Stuttgart, y ahora también en la final contra Portugal en Múnich. Por ello, cientos de personas consideran apropiado pasar las tardes abucheando a un futbolista. Cucurella, con cierta distancia de aquella mano en la Eurocopa, incluso admitió que un penalti habría sido la opción lógica, pero la decisión incorrecta de aquella fatídica noche no estuvo en sus manos. Pero esa ya no es la cuestión. Sobre todo desde que la UEFA admitió: el árbitro debería haber señalado el punto de penalti.

El defensa de 26 años al menos estaba preparado para la ira que enfrentaría en la previa de la final de la Liga de Naciones. Estaba "preparado", dijo antes de la semifinal: "Es parte del fútbol, ​​no hice nada malo". Porque, como se mencionó, la decisión equivocada en los cuartos de final de la Eurocopa la tomó el equipo arbitral de Anthony Taylor. Pero los hechos probablemente no ayuden a quienes se dejaron llevar por la ira en las gradas.