Inflación: Los consumidores se dan el lujo de consumir menos helado
El precio de una bola de helado también depende de dónde se coma: en la ciudad o en el campo. Algunas personas están cambiando sus hábitos de consumo debido al aumento de precios.
Los precios de este año podrían arruinar el disfrute del helado para algunos. Casi dos tercios de los alemanes los consideran demasiado altos, según una encuesta representativa de YouGov encargada por la agencia de noticias dpa. Seis de cada diez personas piden "siempre" u "ocasionalmente" menos bolas que hace cinco años debido al aumento de precios. Sin embargo, para el 28%, el precio del helado no influye en el número de bolas que piden. La mayoría compra dos (50%) o tres (23%).
En algunas regiones de Alemania, el helado se ha encarecido en comparación con el año pasado, afirma Annalisa Carnio, portavoz de la Asociación de Productores de Helados Italianos en Alemania (Uniteis): «Algunas heladerías han subido sus precios». El precio de una bola de helado fluctúa considerablemente, añade. Es más caro en una heladería con una gran terraza y mucho personal en el centro de una gran ciudad que en una pequeña heladería en el campo. El rango va desde 1,30 € en zonas rurales hasta 2,80 € en grandes ciudades como Hamburgo o Múnich. Sin embargo, en general, el nivel de precios se mantiene relativamente estable.
Uniteis representa los intereses de 900 miembros con aproximadamente 2000 heladerías que producen sus propios helados. El número total de establecimientos en Alemania es mayor. Según la Asociación Alemana de Hoteles y Restaurantes (Dehoga), había alrededor de 5000 en 2023.
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