Estudio: Lo que tus hábitos de snacking dicen sobre tu personalidad

Por la mañana tomamos un dulce untable en nuestro pan, más tarde queremos superar nuestro bajón del mediodía con un refrigerio azucarado, por la tarde hay una galleta de chocolate al lado de la taza de café y las palomitas de maíz son definitivamente parte de una acogedora noche de película. Observamos que los dulces son una parte integral de nuestra dieta diaria, al menos ese es el caso de muchas personas. Y el resto probablemente se rendirá al olor celestial de las estrellas de canela en invierno o a una refrescante bola de helado en verano. O en el próximo cumpleaños, cuando la tía Emmi vuelva a hornear su increíblemente deliciosa tarta de queso.

¿Por qué nos resulta tan difícil resistirnos a los dulces? Quizás sea por nuestra personalidad. Así lo revela un estudio reciente realizado por investigadores dirigidos por Brian Meier, del Gettysburg College, y Michael Schaefer, de la Facultad de Medicina de Berlín.

Esto es lo que tu comportamiento al picar entre comidas dice sobre tu personalidad

En el Journal of Research in Personality, los científicos comparten sus resultados: las personas con una personalidad agradable tienen una preferencia particular por los dulces, mientras que esto no parece ser tan pronunciado en las personas con personalidades menos amigables. Al menos eso es lo que se puede deducir de las muestras de EE.UU., México, China y Alemania. El efecto se produjo en todas las culturas, aunque no fue especialmente grande.

¿Cuál podría ser la explicación de esta conexión entre el comportamiento de picar entre comidas y la personalidad? Los investigadores intentan explicarlo de la siguiente manera: en todas las culturas estudiadas, "dulce" significa algo bueno. Las personas agradables también son "buenas", por lo tanto, "dulces" y como las personas se sienten atraídas por lo que se adapta a su personalidad, les gustan especialmente las cosas dulces.

Suena plausible, pero de alguna manera no del todo válido, al menos para mí. ¿Es esto realmente generalizable de esa manera? Tal vez también influya la observación que me han hecho desde la infancia: cuando tengo el nivel de azúcar bajo, me pongo de mal humor, así que, según la gente de fuera, soy una persona más agradable cuando como dulces. Los investigadores vuelven a subrayar que hay que tener en cuenta otros factores además de la relación entre "dulce" y "bueno".

Conclusión

Pero antes de que todos comamos dulces porque somos buenas personas: tengamos cuidado. Porque se sabe que el exceso de azúcar es bastante perjudicial y puede, entre otras cosas, aumentar el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Así que la regla es: asegúrate siempre de llevar una dieta equilibrada e integrar snacks saludables en tu vida diaria.

Brigitte

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