Vivir en la Wunderkammer: Visita a una de las residencias más extrañas de Berlín

Frank Leder es diseñador de moda, pero trabaja con mucho más que solo textiles. Esto también se refleja en su espacioso refugio en Charlottenburg: un mundo único.

Hace quince años, Leder se mudó a la enfilada de Kantstrasse; a la derecha, un diván del maestro berlinés de colchones Daniel Heer, bordado por Armi Rass. Ruben Riermeier

Ya a mediados del siglo XVI, la clase alta coleccionaba objetos raros y curiosos: exóticas maravillas naturales como árboles de coral, miniaturas artísticas e instrumentos científicos primitivos se acumulaban en sus hogares y patios. Los gobernantes rara vez se preocupaban solo por las posesiones, sino más bien por la maravillosa oportunidad de asombrarse a sí mismos y a los demás, con la contemplación, en definitiva, puro placer.