Día Mundial de los Refugiados | La dignidad de los refugiados es vulnerable

Jefes de Estado y de Gobierno de nueve países de la UE escribieron recientemente una carta al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). En ella, denunciaron directamente su jurisprudencia. Los firmantes consideran que las sentencias del Tribunal restringen la capacidad de deportar refugiados o impedirles la entrada al país. Con ello, argumentan, ponen en peligro nada menos que la seguridad de la sociedad.

Este desprecio directo por la separación de poderes es típico de nuestros tiempos y forma parte de un ataque generalizado a los derechos de quienes más necesitan protección: quienes huyen de las guerras —de las que se beneficia la industria armamentística europea—, la violencia y las penurias. Solo unos pocos logran llegar a Europa. La mayoría de los 122 millones de personas que huyen, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), son desplazados internos; casi el 40 % de ellos son niños y jóvenes.

Sin embargo, la UE lleva años socavando los derechos de los refugiados, deportando al máximo a quienes han logrado llegar a un Estado miembro y tolerando, de forma demostrable, las expulsiones ilegales . Solo en los discursos dominicales se recuerda el sufrimiento de estas personas, a menudo con imágenes de niños demacrados en campamentos de tiendas de campaña en África. Y el 20 de junio, Día Mundial de los Refugiados, se publican nuevos datos e informes sobre la magnitud del desastre.

Al mismo tiempo, la huida y la migración en la UE se debaten como la "madre de todos los problemas", como lo expresó en una ocasión el exministro del Interior alemán Horst Seehofer. Los solicitantes de asilo suelen ser retratados como delincuentes potenciales, delincuentes violentos, terroristas y, por lo tanto, como una amenaza para la sociedad, como se refleja en la carta presentada por la primera ministra danesa, Mette Fredriksen, socialdemócrata, y su homóloga italiana, Georgia Meloni, representante de un partido posfascista. Razón suficiente para que no solo interfieran en la labor judicial, sino que también exijan una "adaptación" del Convenio Europeo de Derechos Humanos a sus supuestos "requisitos". Al fin y al cabo, no existía una "migración masiva irregular" en el momento de la adopción del documento básico.

"La UE está aplicando políticas a espaldas de los niños refugiados".

Janneke Stein Salva a los niños

Si bien el gobierno alemán criticó la extralimitación en el cumplimiento del CEDH, muchos dentro de los partidos gobernantes también creen que deben socavarse las normas internacionales de derechos humanos vigentes. O que el derecho de la UE puede simplemente ignorarse, como en el caso de los rechazos ilegales de solicitantes de asilo en la frontera alemana, confirmados por los tribunales.

Mientras tanto, a nivel de la UE, la reforma del Sistema Común de Asilo (SECA), que entrará en vigor dentro de un año, está poniendo en práctica este asunto. Se está trabajando intensamente para modificar las leyes y directrices que permitan que los solicitantes de asilo, incluidos los menores, sean internados en las fronteras exteriores de la alianza y deportados rápidamente. Además, se está examinando cómo externalizar los procedimientos de asilo a los llamados terceros países seguros y facilitar la deportación de personas a dichos países. Esto se permitirá incluso si las personas en cuestión no tienen ningún vínculo con el país. Actualmente, solo se puede transferir a terceros países a personas que tengan familiares allí o hayan permanecido allí durante un período prolongado. La Comisión Europea pretende garantizar que, en el futuro, puedan ser transferidos a dichos países incluso si solo han transitado brevemente o si el Estado de la UE que los deporta ha firmado un acuerdo de acogida con ellos. Sin embargo, estos acuerdos aún no existen, y está por ver si se firmarán, ya que son muy costosos para la UE.

Un informe publicado el miércoles por la organización internacional de ayuda Save the Children muestra que la postura cada vez más severa de la UE contra los refugiados no perdona a los niños. Según el informe, están expuestos a abusos sistemáticos, detenciones y otras violaciones legales en las fronteras exteriores de la Unión. Con la entrada en vigor de la reforma del GEAS, la situación podría agravarse aún más, según Janneke Stein, experta en desplazamiento y migración de Save the Children. En el informe, niños, niñas y jóvenes describen sus experiencias de rechazo, detención, violencia e intimidación.

«La Unión Europea está aplicando políticas a costa de los niños refugiados», declaró Janneke Stein. Esto viola valores europeos fundamentales. Las medidas previstas en la reforma Geas, es decir, los procedimientos de asilo en las fronteras exteriores o, en Alemania, en los aeropuertos, podrían socavar aún más el derecho de los niños a la protección, y las «razones específicas de los niños para la huida» podrían ser aún más difíciles de identificar mediante procedimientos acelerados. Stein citó como ejemplos la amenaza de la mutilación genital femenina o el reclutamiento forzoso de niños soldados.