Cae Red del Cártel de Sinaloa que Inundaba el Medio Oeste de Droga

Autoridades federales desmantelaron una vasta red de narcotráfico ligada al Cártel de Sinaloa que operaba desde suburbios de Chicago y Milwaukee, revelando la sofisticada cadena de suministro de fentanilo y otras drogas hacia el corazón de Estados Unidos.
En un duro golpe a una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, las autoridades federales de Estados Unidos han desarticulado una sofisticada red de narcotráfico vinculada directamente al Cártel de Sinaloa. La operación, que culminó con la acusación de un miembro de alto rango del cártel y una docena de cómplices, expone la profunda penetración de estas organizaciones en el Medio Oeste estadounidense, utilizando los suburbios de Chicago y Milwaukee como centros neurálgicos para la distribución de fentanilo, cocaína, heroína y metanfetaminas.
La Cúpula de la Operación: De Sinaloa a Wisconsin
El epicentro de la acusación federal apunta a Ceferino Espinoza Angulo, de 43 años, un ciudadano con doble nacionalidad (estadounidense y mexicana) identificado como un miembro de alto rango de la facción del cártel liderada por «Los Chapitos», los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán. Según los fiscales, Espinoza Angulo, quien se cree reside en México, empleaba a docenas de sicarios para proteger a la cúpula del cártel y coordinaba el envío de drogas hacia la frontera con Estados Unidos.
Una vez en territorio estadounidense, la red se extendía hasta el Medio Oeste. El presunto líder de la célula local era Timothy Bea, de 41 años, un residente de West Allis, un suburbio de Milwaukee, Wisconsin. Bea está acusado de utilizar su antiguo bar como fachada para recibir y distribuir las drogas que le llegaban desde un suburbio de Chicago, donde un padre y un hijo actuaban como sus proveedores directos, con mercancía procedente del Cártel de Sinaloa.
Un Modelo de Negocio Criminal Sofisticado
La investigación, que se remonta al otoño de 2023, revela un modelo operativo que imita a las modernas empresas de logística y franquicias. El Cártel de Sinaloa, que controla la gran mayoría del suministro de drogas al por mayor en Chicago, utiliza una red de intermediarios para transportar la mercancía a través de la frontera, comúnmente en camiones, autobuses y vehículos personales.
Chicago, por su extensa infraestructura de transporte, ha sido históricamente un centro de distribución crucial para los cárteles mexicanos. Desde allí, la droga se canaliza a células «franquiciadas» en ciudades y suburbios circundantes. En este caso, la célula de Timothy Bea en West Allis recibía los narcóticos y los «adelantaba» a otros distribuidores para su venta en la calle, cobrando posteriormente las ganancias. Este modelo descentralizado de «hub-and-spoke» (centro y radios) es más resistente a la acción policial, ya que la caída de una célula no desmantela toda la estructura.
La Caída: Armas, Drogas y Prensas
El principio del fin para esta red comenzó con el arresto de Timothy Bea en abril, tras una parada de tráfico en la que se encontró un ladrillo de droga escondido bajo el capó de su vehículo. Este hecho desencadenó una serie de redadas por parte de un grupo de trabajo antidrogas en su casa de West Allis y en su antiguo bar, que irónicamente estaba siendo reconvertido en una guardería.
En los registros, los agentes encontraron un arsenal de evidencia:
* Libras de drogas listas para su distribución.
* Prensas para drogas, utilizadas para empaquetar los narcóticos.
* Contadoras de dinero para procesar las ganancias ilícitas.
* Más de una docena de armas de fuego, incluyendo una pistola modificada para disparar de forma automática (con un «switch») y al menos siete cargadores de tambor de alta capacidad.
«Detener a los cárteles mexicanos que envenenan nuestras comunidades con fentanilo y otros narcóticos es una prioridad principal de esta Administración. La acusación de hoy demuestra que la División Criminal es implacable en su persecución de los narcotraficantes que se benefician a expensas del pueblo estadounidense.» – Supervisora Antoinette T. Bacon, División Criminal del Departamento de Justicia.
En total, 13 hombres, incluido Bea y sus presuntos proveedores de Chicago, han sido acusados de cargos federales de narcotráfico. Mientras que algunos han sido liberados bajo fianza, los principales proveedores permanecen bajo custodia. Espinoza Angulo enfrenta cargos que conllevan una pena máxima de cadena perpetua.
Esta operación subraya la persistente y adaptativa amenaza que representan los cárteles mexicanos, demostrando que la batalla contra el narcotráfico no se libra solo en la frontera, sino en los barrios y suburbios de todo el país.
La Verdad Yucatán