GPT-5 prometía mucho: su mayor secreto es que es un caballo de Troya para que use IA todo el mundo

¿Y si el mayor salto de OpenAI no fuese un avance técnico, sino un cambio en cómo usamos la inteligencia artificial en nuestra vida cotidiana? OpenAI ha presentado este jueves su esperado modelo GPT-5, ese que se decía que ponía los pelos de punta a Sam Altman. Quizá no sea para tanto, pero sí para hacer que la IA pueda ser utilizada por cualquier persona, incluso por muy poco ducha que sea delaten del chat
GPT-5 no solo habla mejor, piensa más y alucina menos. También decide por ti cómo responder y, por primera vez, está disponible para todos. Ya no necesitas pagar para acceder a una IA de alto nivel. Basta con abrir ChatGPT, porque desde esta semana todos los usuarios incluso los gratuitos tendrán acceso a ella.
Pero, entre mejoras medibles y promesas de accesibilidad, algo ha cambiado en el tono. GPT-5 no ha sido recibido con la misma euforia que GPT-4. ¿Es porque hemos alcanzado un umbral de sofisticación donde los saltos ya no se notan igual? ¿O porque la IA, al hacerse más útil y ubicua, se vuelve también menos sorprendente?
La accesibilidad como bandera: GPT-5 llega para todosGPT-5 representa, ante todo, un rediseño de la experiencia de uso de la IA. Uno de los cambios más notables no está en lo que el modelo puede hacer, sino en cómo se integra en nuestras rutinas. El nuevo sistema de "enrutamiento automático" decide por sí mismo si debe dar una respuesta rápida o tomarse un momento para "pensar". Esta elección dinámica elimina la necesidad de que el usuario escoja manualmente entre diferentes versiones del modelo o active funciones como "modo pensamiento".
Mejor integración con plataformas como GmailAdemás, GPT-5 se ha integrado de forma más profunda con aplicaciones cotidianas como Gmail, Google Calendar o incluso gestores de tareas. Esto convierte a ChatGPT en algo más cercano a un asistente real que a un simple chatbot. Puede ayudar a redactar correos, agendar reuniones o generar informes sin que el usuario tenga que salir de la interfaz.
Otro gesto clave ha sido abrir el modelo a los usuarios gratuitos, lo que rompe con una tradición mantenida desde GPT-4. Según OpenAI, el objetivo es claro: cumplir con su misión fundacional de hacer accesible la inteligencia artificial avanzada al mayor número posible de personas. En palabras de Nick Turley, VP de ChatGPT: "esto es solo una forma más de vivir".
El resultado es un modelo que no solo puede hacer más cosas, sino que llega a más gente.
Mejoras técnicas, pero sin salto cuánticoDesde el punto de vista técnico, GPT-5 demuestra avances sólidos, pero no tan espectaculares como cabría esperar. En codificación, por ejemplo, destaca con un 74,9% en la prueba SWE-bench Verified, superando a Claude Opus 4.1 y a Gemini 2.5 Pro. En tareas de ciencias a nivel doctoral, como GPQA Diamond, su rendimiento también es notable con un 89,4%.
En el terreno de la salud, GPT-5 apenas "alucina" en el 1,6% de los casos cuando se activa su capacidad de razonamiento profundo, una mejora significativa respecto a los modelos anteriores. Además, muestra mayor proactividad al interpretar resultados médicos y alertar sobre posibles síntomas, aunque sin sustituir, claro está, a un profesional de la salud.
Sin embargo, su rendimiento en tareas simuladas en línea, como navegación web o compras, ha sido desigual. En algunos casos, modelos rivales como Claude o Grok lo superan ligeramente. También en el test "Humanity's Last Exam", GPT-5 Pro queda por debajo de Grok 4 Heavy.
¿Significa esto que GPT-5 no es mejor? No necesariamente. Las mejoras parecen haberse concentrado en aspectos más sutiles, como la reducción de errores, la naturalidad de las respuestas y una mayor capacidad para identificar peticiones maliciosas. Todo ello hace del modelo algo más fiable y útil, aunque menos llamativo.
Experiencia de usuario: más personalizada, menos fricciónUna de las apuestas más visibles de GPT-5 está en su diseño de interacción. OpenAI ha introducido cuatro nuevas "personalidades" preconfiguradas —Cynic, Robot, Listener y Nerd— que alteran la forma en que ChatGPT responde sin necesidad de instrucciones específicas.
Este tipo de personalización ligera, sumada a la integración con aplicaciones y la eliminación de menús complejos, perfila un ChatGPT más cercano a un "agente personal digital". No hablamos solo de respuestas mejores, sino de una experiencia más fluida y con menos fricciones.
También hay novedades para los usuarios de pago. Los suscriptores del plan Plus (20 dólares/mes) tienen mayor acceso al modelo base, mientras que los del plan Pro (200? dólares al/mes) pueden usar GPT-5 Pro con acceso ilimitado. Este último modelo utiliza más recursos de cómputo, lo que se traduce en respuestas más precisas y adaptadas a tareas complejas. Empresas, centros educativos y desarrolladores también podrán integrar GPT-5 en sus plataformas mediante la API, que llega en versiones mini, estándar y nano.
Comparación con otros modelos: ¿El mejor del mundo?Durante la presentación, Sam Altman no se contuvo: definió a GPT-5 como "el mejor modelo del mundo". Aun así, los datos presentados invitan a una lectura más matizada. En varios benchmarks, GPT-5 se impone con claridad. En otros, apenas supera a sus rivales o incluso queda por detrás.
Eso sí, su comportamiento general muestra una IA más estable, menos propensa a errores graves y con una mayor capacidad para entender contexto complejo. La mejora en "gusto" o criterio creativo es difícil de medir, pero ha sido resaltada por los propios directivos de OpenAI, que describen las "vibras" del modelo como especialmente acertadas en tareas de diseño o escritura.
También se han mitigado problemas de seguridad. GPT-5 es menos proclive a conductas manipuladoras y más hábil a la hora de distinguir entre preguntas peligrosas y solicitudes legítimas. Esto no solo mejora la seguridad del sistema, sino también la experiencia del usuario.
Una evolución pragmática… pero no transformadoraQuizás el motivo por el que GPT-5 ha dejado algo fríos a algunos observadores no sea su falta de avances, sino la ausencia de una narrativa disruptiva. No ha llegado con el impacto emocional o conceptual que tuvo GPT-4. En su lugar, encontramos una herramienta más pulida, útil y disponible. Un avance silencioso, sí, pero profundo.
La verdadera innovación de GPT-5 puede no estar en sus cifras, sino en cómo empieza a colarse en las grietas del día a día. Ya no necesitamos entender qué es un "modelo razonador" o elegir entre "GPT-4o" u "o3". GPT-5 decide por nosotros. Nos escucha, nos ayuda y se anticipa.
Pero esta accesibilidad tiene un precio: la ilusión de magia se diluye. Como si estuviéramos viendo menos fuegos artificiales porque ahora la IA ha bajado del pedestal y se ha instalado, silenciosa, en el escritorio de todos.
eleconomista