Guía rápida para disfrutar y fotografiar las Lágrimas de San Lorenzo (incluso aunque la Luna las eclipse)

Ha empezado agosto y con él comienzan tres rituales que ya son parte inamovible del paisaje español: las vacaciones masivas, las playas abarrotadas y las lluvias de estrellas en las noches de verano, capitaneadas por las archiconocidas Perseidas. Aunque este 2025 no lo pondrá nada fácil, ya que la madrugada del pico máximo de las Perseidas, del 12 al 13 de agosto, coincidirá con una Luna casi llena en torno al 86%, iluminando el firmamento durante casi toda la noche y robando buena parte del espectáculo, tanto para observadores como para fotógrafos.
¿Significa que este verano nos quedaremos sin estrellas fugaces? No, ni mucho menos. Sin embargo, habrá que adelantar la cita y sincronizarla con el calendario lunar: nos toca hacer un cambio de rumbo y poner el foco en este mismo fin de semana y alargándose hasta el martes 5, ya que estos días tenemos sobre nuestras cabezas tres lluvias de estrellas activas.
En concreto son las Delta Acuáridas, las Alfa Capricórnidas y, en segundo plano, las Perseidas. Las dos primeras alcanzan ahora su momento álgido y, juntas, suman algo más de veinte meteoros por hora: una cifra nada despreciable tratándose de lluvias consideradas 'menores' frente al brillo mediático de las Perseidas. El pico de más actividad ocurrió la madrugada del pasado 31 de julio, con 23 meteoros por hora, pero la actividad prevista para este fin de semana ronda los dieciocho meteoros cada sesenta minutos y se concentra hacia las cuatro de la madrugada, ¡todavía estamos a tiempo de ir a capturarlas!
Además, la Luna se esconde a la 1 de la madrugada, lo cual significa que tenemos 5 horas de cielos oscuros; un lujo que se irá acortando conforme avance la semana y se vayan reduciendo las horas sin luz de Luna.
La estrategia de este año, por tanto, consiste en cambiar un poco el guion: en lugar de apostar todo a la noche canónica del 12-13 de agosto, conviene repartir la suerte entre varias salidas nocturnas desde hoy mismo, cuando tenemos a los tres radiantes (Acuario, Capricornio y en menor medida Perseo) compartiendo cielo y lanzando el polvo de sus cometas casi al unísono.
Y es que desde ahora hasta mediados de agosto veremos meteoros casi cada noche gracias a estas tres lluvias, aunque procedan de cuerpos y órbitas diferentes, hasta que el brillo lunar desluzca el escenario a partir del día 11.
Las Perseidas nacen del cometa Swift-Tuttle y tienen su radiante en la constelación de Perseo, las Delta Acuáridas están asociadas al cometa 1911 L1 Swan, irradiando desde Acuario, entre sur y sureste, mientras que las Alfa Capricórnidas parten de Capricornio, muy cerca de su vecina acuariana.
Llegados a este punto surge la pregunta clave: ¿hacia dónde apuntar el objetivo o, simplemente la mirada, si queremos disfrutar del espectáculo en sus mejores condiciones? La posición del radiante define la cantidad y el trazo de los meteoros, por lo que si encuadramos directamente hacia él, un mayor número de estelas brotarán del mismo punto y recorrerán distancias más cortas, siendo un recurso perfecto para conseguir una imagen que muestre cómo giramos con el Universo. Si por el contrario desplazamos el radiante fuera del encuadre, obtendremos un menor número de estelas pero con trazas más largas, que se repartirán con cierto orden por el encuadre. Cantidad frente a longitud: dos estéticas igual de válidas, dos maneras poéticas de narrar la misma lluvia, todo lo demás depende de la imaginación… y de que las nubes respeten el plan.
Es puro lenguaje visual: si apuntas al radiante obtendrás mayor número de meteoros con trazas cortas, y si apuntas hacia otros lados obtendras menos meteoros pero con trazas mucho más largas: ambas opciones son válidas, ambas son poéticas, te recomiendo que escojas con intencionalidad y con imaginación de lo que te gustaría fotografiar. Todo lo demás es rezar para que no haya nubes.
Para quien solo quiera observar, recomiendo tumbarse mirando entre sureste y sur en cuanto anochezca, limonada en mano, y dejar que la magia haga su trabajo: allí confluyen Acuario y Capricornio y, con ellos, la mayor densidad de destellos. Si eres fotógrafo o fotógrafa, propongo orientar tu lente más angular hacia el sur-suroeste hasta las 2:30 de la madrugada, porque con algo de suerte podrás capturar meteoros un poco más largos junto al centro galáctico de nuestra Vía Láctea, hasta que se esconda por el horizonte, que será el momento de rotar el objetivo hacia el sur y dejar disparando el intervalómetro de manera ininterrumpida hasta el amanecer, maximizando así las oportunidades fotográficas que nos brinda el firmamento estas noches.
En esa dirección, además, puede ser muy interesante ya que parecerá que las Acuáridas 'disparan' meteoros contra las Capricórnidas (y vicebersa), y no será raro que estas últimas incluyan los célebres bólidos por los que son conocidas: fragmentos de gran tamaño que dejó el cometa 169P/NEAT, capaces de encender auténticas bolas de fuego.
Si necesitas ayuda para orientarte, lo mejor es recurrir a aplicaciones como PhotoPills o Stellarium, ya que ambas te mostrarán en tiempo real la posición exacta de los radiantes en el cielo nocturno; bastará con apuntar la cámara del móvil hacia el cielo, y sus modos de realidad aumentada harán todo lo demás. PhotoPills añade extras útiles para el astrofotógrafo: cálculo personalizado de la hiperfocal, tiempo de exposición para tu equipo, etc.

Sea cual sea el plan, la planificación marca la diferencia, si quieres tener el máximo porcentaje de éxito en la noche que decidas salir a cazar estrellas, saber de antemano dónde caerán los meteoros y cuánto durará el intervalo de oscuridad absoluta puede marcar la diferencia entre la cómoda victoria de volver a casa con una buena experiencia y mejores fotos, o la decepción de quedarse sin ninguna. Aun así, no descartes la tradición: sal la noche del 12 con espíritu festivo, disfruta del ambiente veraniego y, cuando la Luna se imponga con su impresionante brillo, tendrás la tranquilidad de saber que tú ya te habías saciado de meteoros a principios de mes.
No olvides que para ese día, la luna saldrá sobre las 23:15 de la noche, eso todavía nos deja una pequeña ventana de una hora para observar el pico de las Perseidas con total oscuridad, no es mucho, pero es mejor que nada.
Dicho esto, el resto de la información que necesitas para disfrutar de las noches de lluvias de estrellas sigue siendo la misma: busca cielos oscuros, lejanía de farolas, manta, termo y que no falte un frontal con luz roja y blanca. Quien vaya con cámara sumará un trípode sólido, baterías recién cargadas, intervalómetro y un enfoque ajustado hacia el infinito, con ópticas angulares y luminosas. Es mejor utilizar velocidades de obturación entre cinco y quince segundos de exposición, y un ISO que ronde los 3200 (o lo que aguante tu sensor).
Para aquellos que adapten su calendario al ciclo lunar y adelanten las salidas de estrellas unos días, comprobarán que el dúo Delta Acuáridas-Alfa Capricórnidas ofrece más oportunidades de las que la Luna parece arrebatar eclipsando las Perseidas.
ABC.es