Por primera vez en la historia, los soldados rusos se rindieron ante una ofensiva solo de robots

La guerra en Ucrania está dando un giro copernicano sin precedentes, al adaptarse a las amenazas cambiantes en el frente mediante el uso de tecnología avanzada. Por primera vez en la historia, combatientes rusos han sido capturados sin la intervención directa de infantería humana, en una misión completamente robótica. Incluso fueron los propios robots quienes escoltaron a los prisioneros hasta las líneas ucranianas, sin que ningún soldado tuviera que pisar el terreno. Se trata de un hito sin precedentes: una guerra moderna en la que las máquinas toman prisioneros de guerra.
El 9 de julio, la Tercera Brigada de Asalto Separado de Ucrania informó a través de Telegram que, en la región de Járkov, logró por primera vez que soldados rusos se rindieran ante vehículos no tripulados, utilizando únicamente drones y plataformas terrestres kamikaze. «Por primera vez en la historia, los soldados rusos se rindieron ante una ofensiva realizada solo por sistemas robóticos», afirmaba el comunicado.
La acción fue ejecutada por la unidad NC13 de la compañía robótica 'Deus Ex Machina', que desplegó vehículos terrestres armados con explosivos contra posiciones fortificadas rusas. Tras la destrucción de varios búnkeres, uno de los robots terrestres se acercó a un refugio parcialmente colapsado, lo que llevó a los soldados rusos a rendirse voluntariamente para evitar una explosión inminente. «Cuando el siguiente robot se acercó a un búnker destruido, el enemigo, para evitar la explosión, anunció su rendición», detalló la brigada.
Los soldados rusos que sobrevivieron fueron posteriormente escoltados hasta las líneas ucranianas por drones multirrotor, sin intervención humana directa, y hechos prisioneros conforme al protocolo militar.
La brigada ucraniana explicó que las posiciones rusas en esa zona ya habían resistido con éxito dos asaltos previos de unidades humanas. Sin embargo, el uso de sistemas no tripulados permitió tomar el control de las fortificaciones y de una línea forestal adyacente.
«Posiciones que habían resistido dos veces a unidades adyacentes fueron recuperadas por los robots de la Triple mediante acciones de asalto planificadas con precisión», concluyó el comunicado.

El think tank LISA (Laboratorio de Innovación en Seguridad Asimétrica) señaló que, aunque Ucrania ya había popularizado el uso de botes explosivos no tripulados en el mar Negro y enjambres de drones de bajo coste FPV, que permiten al piloto ver el mundo desde la perspectiva del dron en tiempo real, esta operación marca un nuevo nivel de sofisticación en la guerra tecnificada.
«La captura robotizada refuerza la estrategia ucraniana de guerra asimétrica basada en tecnología. Es una manera de salvar vidas y forzar al enemigo a retroceder sin disparar una sola bala humana», afirma el think tank.
Este avance también abre un vacío legal sin precedentes. La Convención de Ginebra no contempla el tratamiento de prisioneros capturados por sistemas autónomos, lo que genera incertidumbre jurídica y un nuevo debate sobre el papel de las máquinas en conflictos armados.
Expertos en defensa de países como Estados Unidos o Israel están analizando este tipo de casos para acelerar la integración de sistemas autónomos en doctrinas de combate terrestre. Sin embargo, esta evolución plantea preguntas urgentes y y abre el debate de una guerra sin humanos.
ABC.es