Colombiana en España reveló por qué no tendría una relación con un hombre de este país: 'No viven para trabajar, trabajan para vivir'

Muchas de las personas que se van a vivir al exterior suelen notar grandes diferencias culturales, lo que puede ocurrir al tener valores, creencias y prácticas distintas. Cuando esto se traslada al ámbito amoroso, los choques también pueden ser obstáculos relevantes.

Laura Vargas es una colombiana que vive en Madrid, España. A través de sus redes sociales se dedica a compartir sobre sus experiencias en el país europeo. A pesar de que ama su lugar de residencia, reveló que no tendría una relación con un español.

"Hay cosas que no se basan en el dinero, se tratan del tiempo, cómo distribuimos el tiempo y qué cosas nos interesan a nosotros", dijo. Según contó, ha escuchado de estos hombres que les gusta salir y disfrutar todos los días.

"No viven para trabajar, trabajan para vivir. Eso me parece maravilloso, genial", aseguró. Sin embargo, luego de un tiempo, cuando pasa la emoción de estar conociéndose, surgen ciertos choques con respecto a la manera de ver la relación amorosa.

De acuerdo con Vargas, a los españoles les gusta mucho salir, mientras que muchas mujeres colombianas y latinoamericanas disfrutan de quedarse en casa de vez en cuando. "Esto es una queja que me han dado diferentes amigos y conocidos de este país", reveló.

La mujer recomendó tener en cuenta estas preferencias en el estilo de vida, pues a futuro podrían generar conflictos entre las dos partes. Algunos de sus conocidos suelen tener problemas porque siempre les gusta disfrutar de su tiempo libre realizando actividades, pero sus parejas latinoamericanas no siempre quieren.

Las barreras culturales puede crear conflictos significantes en las parejas. Usualmente, estos se derivan de diferencias en los estilos de comunicación, valores, creencias y expectativas.

De acuerdo con el sitio especializado Maya Tomse Counselling and Psychotherapy, para que una relación intercultural funcione bien, es fundamental tener una mente abierta, ganas de aprender y capacidad de adaptación.

Ambos deben interesarse por la cultura del otro, estar dispuestos a conocer nuevas costumbres y compartir experiencias. Participar en tradiciones distintas y valorar las diferencias ayuda a construir un entorno respetuoso, enriquecedor y lleno de comprensión mutua.

"Estos obstáculos pueden superarse mediante el diálogo abierto, la empatía y el compromiso con el aprendizaje y la comprensión. Con un sólido sistema de apoyo, las parejas pueden aceptar sus singulares orígenes culturales, afrontar juntos los desafíos y construir un amor que trascienda las fronteras", aseguraron expertos del portal.

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL