El motivo por el que Chespirito cambió a las Chivas por el América

La serie biográfica sobre Roberto Gómez Bolaños, ampliamente reconocida como la historia definitiva de Chespirito, llegó a su desenlace dejando una gran cantidad de escenas emotivas y significativas para los admiradores del legendario comediante mexicano.
LEE: Así fue como terminó la serie de 'Chespirito: Sin querer queriendo'Entre ellas, hubo una que destacó especialmente entre los fanáticos del fútbol nacional: El momento en que Gómez Bolaños presentó a su entrañable personaje “El Chanfle” frente a Emilio Azcárraga Milmo, mejor conocido como “El Tigre”, histórico propietario de Televisa y del Club América.
En dicha escena, Chespirito explica la idea detrás de “El Chanfle”, un modesto utilero con una gran pasión por el fútbol. Durante la conversación, le comenta a Azcárraga que necesitará filmar en escenarios deportivos importantes como estadios y campos de entrenamiento. Sin embargo, lo que más sorprende es cuando menciona que quiere contar con “el mejor equipo de México” para su proyecto.
Fiel a su estilo directo, Emilio Azcárraga Milmo no tarda en ofrecer al Club América, el equipo insignia de su televisora. Pero la respuesta de Chespirito fue tan inesperada como memorable: “No, el mejor equipo de México son las Chivas”.
La afirmación dejó a Azcárraga perplejo, quien no dudó en cuestionarlo, sobre todo considerando que muchos de los personajes de Gómez Bolaños, como el Chavo del 8 o el Chapulín Colorado, comienzan con “CH”, lo que parecía una coincidencia que conectaba naturalmente con el América. Pero Gómez Bolaños, con su característico ingenio, simplemente respondió: “Por las Chivas”.
Este momento, más allá del humor y la sorpresa, se convirtió en uno de los guiños más comentados de la serie. No solo generó nostalgia en quienes crecieron viendo las creaciones de Chespirito, sino que también reavivó la eterna rivalidad entre los aficionados del Club América y las Chivas de Guadalajara.
TAMBIÉN: La Velada del Año 5: Fecha, horario y dónde ver el esperado eventoLa escena dejó claro que Roberto Gómez Bolaños no solo era un maestro del entretenimiento, sino también un apasionado del fútbol, capaz de insertar una crítica sutil y una declaración personal dentro de una conversación aparentemente casual.
EM
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