Ha cumplido 20 años, tiene 3 Oscars y sigue siendo uno de los westerns más inolvidables y pasionales de los últimos tiempos
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Pocas películas del siglo XXI han dejado una huella tan profunda como este drama romántico, ambientado en los vastos paisajes del oeste estadounidense. Su estreno, hace ya dos décadas, marcó un antes y un después en la historia del cine, al combinar el clasicismo del género western con una narrativa íntima, emocional y, por entonces, poco habitual en la gran pantalla.
Convertida en símbolo de la representación LGTBIQ+ en Hollywood, su legado ha resistido con fuerza el paso del tiempo. Brokeback Mountain se estrenó en 2005, y fue recibida con aplausos por la crítica y con admiración por un público que no siempre había visto reflejadas historias gays en el cine comercial. Las nominaciones y los premios no tardaron en llegar: tres Oscar, incluido el de mejor dirección para Ang Lee, el de guion adaptado y el de banda sonora original, interpretada por Gustavo Santaolalla, así como una profunda conversación cultural sobre la representación queer en el cine.
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El filme sorprendió por su calidad interpretativa y por su valentía a la hora de abordar temas que en aquella época apenas tenían espacio en el cine de grandes estudios. Partiendo de una adaptación del cuento homónimo de Annie Proulx, protagonizada por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal, cuenta la historia de Ennis Del Mar y Jack Twist, dos pastores contratados para trabajar en la montaña Brokeback.
Su relación, marcada por la represión, el deseo y la imposibilidad de compaginar su cariño más allá de las montañas, desbordó las convenciones del género y se convirtió en una obra cumbre para entender la evolución del cine contemporáneo en materia de diversidad y sensibilidad emocional.
Veinte años después, Brokeback Mountain mantiene su estatus de clásico moderno. Gyllenhaal y Ledger crearon una conexión inolvidable, todavía más amarga cuando el segundo falleció tres años más tarde. La potencia de sus interpretaciones, la dirección de Lee y su sutil, pero poderosa denuncia a un sistema homófobo, la mantienen vigente en un momento en el que las narrativas queer han encontrado pluralidad, pero siguen luchando por la visibilidad. La película está disponible en Movistar Plus+ y Filmin.
El Confidencial