Jaime Velázquez: «Con mis obras, evidencio un sistema que estallará por sí solo»

Nombre completo: Jaime Velázquez Sánchez. Lugar y fecha de nacimiento: : Cadiz, 29 de abril de 1987, aunque he vivido siempre en El Puerto de Santa María. Residencia actual: : La Línea de la Concepción. Formación:Licenciado en Bellas Artes por la Facultad Santa Isabel de Hungría, Sevilla, 2014. Especialización en Grabado, Serigrafía y Diseño Gráfico. Máster en Patrimonio, Arqueología e Historia Marítima por la Universidad de Cádiz, 2019. Ocupación actual: Artista.
Qué le interesa. Juego a armonizar, dar sentido y explicar a través de mis ideas el mundo que nos rodea, en el cual, ejerce un papel importante la aleatoriedad de los fríos algoritmos que diseñan nuestras vidas constantemente. Reflejo nuestro contexto y tiempo a través de personajes y escenas cotidianas en las que no reparamos e incluso evitamos. Obligo a mirar y hago reflexionar sobre temas tan latentes como la guerra, la gentrificación, la inmigración, las injusticias sociales en todos sus ámbitos. Y pongo en valor la memoria colectiva, evidenciando un sistema que estalla por sí solo.

De dónde viene. Mi primera individual fue en Gibraltar en 2018, en la galería Fine Arts Gallery, perteneciente al gobierno de Gibraltar, donde mostré mi primer proyecto expositivo titulado 'Emovere'. Ese mismo año me otorgaron el primer premio del concurso internacional de Gibraltar y, a raíz de ahí, me propusieron la exposición. Creo recordar que fui el primer artista español en hacer una individual en la sala. A Gibraltar, sus ciudadanos y sus mandatarios les tengo mucha estima porque fue donde di mis primeros pasos en este mundo.
Al año siguiente me llamaron para participar en 'Ser aquí', una colectiva que organizó Diputación de Cádiz junto a María Cristina Sánchez Nieto como comisaria. La exposición se celebró en el Palacio Provincial de la Diputación de Cádiz y donde tuve el placer de acompañar a grandes artistas como Fuentesal & Arenillas, Christian Lagata, Silvia Lermo, Berta Llonch, María Melero, Cristina Mejías, Patricia Rivero y Curro Rodríguez. Expuse una selección de obras y realicé un retrato en un mural de un señor muy conocido de El Puerto de Santa María, Paco Poa, que aún sigue conservando la Diputación, y el cual, he visto hace poco por el palacio.
En 2022, realicé mi segunda individual junto a la Diputación de Cádiz y el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María en la Sala Alfonso X El Sabio, donde mostré el proyecto 'Bezoar' de la mano de Celia Moro Peruyera, que fue la comisaria. Bastante gratificante porque fue la primera vez que mostraba mi trabajo en la ciudad donde pasé mi infancia y la que me vio crecer como persona. Trabajar con Celia solo me hizo avanzar en conocimientos y experiencias y se lo agradezco cada vez que tengo la ocasión.
En 2023 trasladé el proyecto 'Bezoar' a la galería Manolo Alés, en La Línea de la Concepción, lugar donde residía y en el cual me encuentro actualmente. Al proyecto incorporé obras nuevas, y seleccioné algunas que mostré en el anterior. Esta exposición tuvo una gran carga simbólica porque las personas de la Línea, tanto Macarena Alés como los artistas locales Javier Plata y Yeyo Argüez, se volcaron para que saliese adelante.
En 2024 me surge la mejor de las noticias hasta ahora: me representa la galería Isolina Arbulu como artista. Expuse mi primera individual como profesional. Mostré el proyecto 'Trascendiendo las sombras'. Fue un momento único que soñaba desde hacía mucho tiempo, que sabía que llegaría pero que me costó mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Toda mi carrera ha sido gratificante y no creía que se pudiera superar ese sentimiento de alegría y de bienestar con uno mismo, pero me equivocaba. Desde el momento que comencé con Isolina, todo se ha multiplicado por dos.
Participé en la feria Estampa dos años consecutivos en 2024 y 2025, días soñados para mí y que quedarán en el recuerdo.El culmen de todo esto ha sido la última individual que he mostrado este 2025 en la Sala Rivadavia de la Diputación de Cádiz, gracias a Paco Mármol, donde expuse el proyecto 'Un juego de dioses'. Con esta cita he puesto la guinda a un pastel personal que soñaba desde que agarré los pinceles: exponer en mi casa, con mi gente, y para más inri, en la sala más importante de la provincia de Cádiz, por la que han pasado grandes artistas conocidos internacionalmente, algunos que tengo como referentes como Paco Pomet. Ha sido lo más.
Todo lo que me ha pasado hasta ahora ha sido increíble. En cierta manera, desde que comencé en este mundo tremendamente complicado, visionaba perfectamente que, paso a paso, y trabajando, se irían cumpliendo todos los pensamientos y sueños que tenía desde que decidí a dedicar mi vida a las artes. La primera vez que le conté a mi familia que quería ser pintor, se echaron las manos a la cabeza, creían que estaba loco. Solo pensaban en buscarme un trabajo fijo aquí o allá, cosa que fui rechazando tajantemente. Aún así, aquí estoy. La vida no deja de sorprenderme y de darme lecciones día sí y día también. Todo lo que me ha pasado no ha sido inspiración ni suerte, se llama constancia, mucho trabajo y, sobre todo, dar en el camino con buenas y magníficas personas que me han ayudado tanto en lo personal como en lo laboral. Mi familia, mujer e hijas han sido muy importantes en mi camino. Sin ellas, nada habría sido posible.

Supo que se dedicaría al arte… De pequeño, me llamaba la atención dibujar. Me encantaban los dibujos animados de Goku e intentaba dibujarlos, aunque siempre fui muy estricto conmigo mismo y casi siempre terminaba haciendo una bola de papel con los resultados. Esa fiebre de dibujar me entraba de vez en cuando y luego, con la edad, se me fue olvidando. Siempre he sido muy manitas, me gusta mucho fabricar, crear, arreglar. De niño, con mi tío, hice muchas cosas: trabajar en el huerto, fabricar un estanque en el suelo para los peces, realizar un horno de mampostería... Fabricábamos y volábamos cometas.
En el verano de 2004, con 17 años, en un cuartito que tiene mi padre en su casa, con poco espacio y luz artificial tenue, agarré una tabla y un maletín de óleos goya que me regalaron por Navidades. Realicé un retrato de mi hermana en esa tablilla de madera contrachapada sin ningún tipo de conocimiento sobre la pintura en general, que desgraciadamente no conservo. El resultado final fue bastante bueno, pero lo mejor sin duda fue haber conocido la mejor droga que existe en este planeta: la pintura. Ese día me di cuenta de que con objetos tan simples como un pincel, pigmentos y aceite de linaza podía construir y contar un mundo. Desde ese mismo instante, decidí ser pintor y dedicar mi vida exclusivamente a crear. Ese año, me matriculé en el bachillerato de artes, y, más tarde, entré en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla hasta hoy. Y que dure mucho más.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Para mí, lo raro es vivir del arte. Lo que no me parece tan extraño es haber tenido que trabajar en otros lugares para poder crear, pintar, pagar el estudio, los gastos, es decir, todo lo que conlleva querer crear y pagar el coste de la vida.
Una cosa que recuerdo y que siempre hablé con mis amigos de la facultad fue que aunque no pertenecieramos al gremio profesional o no ganáramos dinero con las obras, siempre crearíamos arte, aunque tuviésemos que trabajar en el McDonalds. Y así ha sido bastante tiempo.
Si que recuerdo que tenía todo muy medido. Comenzaba en un nuevo trabajo como el Burguer King de repartidor, de jardinero o en una empresa de cerramientos de parcelas. Desde el primer día estaba organizando cuándo debería y podría dejar el trabajo, tener ahorrado y largarme para poder realizar la exposición que tuviese más cercana. Salía del curro directo al estudio y me podía pegar hasta altas horas de la noche, con lo que ello conlleva. El tiempo que le prestas a una cosa se lo tienes que quitar a otra (la familia). Por suerte, siempre fui claro y los jefes hacían como que lo entendían, aunque yo siempre he pensado que ellos pensarían de mí: «Este chaval, ¿deja el trabajo para pintar cuadros? ¿En qué mundo cree que vive?

Su yo «virtual». Hace un par de meses me hicieron una nueva página web en la que cuento con un blog. Comencé explicando mi vida y vivencias desde el principio. Básicamente, estoy haciendo lo mismo que me habéis preguntado en la entrevista pero en el blog. Mi idea es ir contando mi experiencia en la pintura y en el mundo del arte para que las personas que quieran empezar a pintar y comprender este maravilloso mundo lean el blog y aprendan de las experiencias que yo he tenido. Estoy dandole caña, pero actualmente tampoco tengo tiempo como para dedicarme a otras cosas que no sea ir al estudio y pintar como un loco. Este curso viene cargado de novedades y en noviembre inauguro exposición individual en Isolina Arbulu.
Uso desde hace tiempo Instagram como dossier o primer contacto con el mundo artístico. Ahí sí que ando conectado diariamente y, cada vez que puedo, subo cositas en el estudio, mis cuadros, procesos y todo lo relacionado con mi vida diaria. Facebook y Threads los tengo conectados directamente a IG y se actualizan automáticamente. No suelo entrar pero sí que los tengo al día.
En Youtube suelo consumir mucho producto relacionado con el mundo del arte. Mientras pinto, cuando no escucho música, que suele ser casi siempre, tiendo a poner vídeos a modo de podcast como por ejemplolos del Museo del Prado, el canal de Antonio García Villarán o cosas que voy viendo que están relacionadas con el arte y que me interesan. Veo capítulos de 'Metrópolis', el programa cultural de la 2, o 'Imprescindibles'. También de vez en cuando, algún documental que voy descubriendo de algún artista que me interesa. La mayoría de cosas las busco porque me he enterado de algo o me han comentado, y las descargo directamente o las veo online en la plataforma que esté.

Dónde está cuando no hace arte. El año pasado estuve matriculado en un curso de cerámica en San Roque, cerca del lugar en el que resido. Aunque yo tenía conocimientos de la facultad, eran básicos y quería profundizar más. Fue una pasada, me quedé absolutamente maravillado y la verdad que desde entonces estoy pensando en comprarme un torno y poder hacer piezas que se me van ocurriendo.
Muchas veces he pensado dar clases y tener el taller para ambas cosas, pintar e impartir la disciplina, a la vez que saco algo de dinero, pero por desgracia no he tenido tiempo para dividirme. Además, mi estudio es un caos absoluto, tengo mi orden pero dentro del desorden y no creo que sea el mejor lugar para meter a niñas, niños y personas adultas.
Cuando puedo voy a las exposiciones que tengo por los alrededores, sobre todo a las galerías de Marbella, como Yusto Giner o Isolina Arbulu, o alguna que haga alguna exposición por la zona. Últimamente se están haciendo bastantes cositas por la provincia de Cádiz gracias a la Fundación Osborne y a la Casa de Indias a las que voy cuando puedo. A Sevilla viajo de vez en cuando, pero todo depende de como tenga yo mi calendario personal.
No soy persona de moverme mucho por los ambientes artísticos. Es una faceta de este mundo laboral que detesto. Soy más independiente en ese aspecto.

Le gustará si conoce a... Mis referentes siempre han sido los pintores que más me han gustado de la Historia del Arte, y que cada vez que piso Madrid voy a ver. Hablamos de Velázquez, Goya —que me encanta—, Caravaggio, Roger Van Der Weyden, el Bosco –que es mi perdición y por él he realizado varios trípticos–, Jan Van Eyck y su 'Anunciación', una de las obras que más me gusta y que se encuentra en el Museo Thyssen…
Artistas más contemporáneos como Adrian Ghenie –¡qué me maravilla!–, Van Minnen, Colleen Barry, Justin Mortimer, que me flipa, Christian Hook, Paco Pomet, Santiago Ydáñez, Abraham Lacalle o José María Yturralde.
Mi trabajo se centra más en los artistas que han salido del arte urbano y que han llevado el trabajo de la calle al estudio, como Felipe Pantone y su manifiesto ultradinámico, Okuda, Julio Anaya, Manolo Mesa, Alberto Montes, Seleka Muñoz, Escif...
También incluyo otros como Jose Carlos Naranjo, Miguel Scheroff, Julia Santa Olalla, Javier Ruiz, Daniel Sueiras, María Melero, Eduardo Millan, José Luis Serzo, Juan de Morenilla, Maciej Kosc, Sebas Velasco o Ramon Muñoz, entre otros muchos. En el mundo digital sigo mucho a mi amigo Rafa Galeano y sus animaciones, Ezequiel Pini y a Ausias Perez.
Puedo decir tantos que no acabaría nunca. Ciertamente de todos los artistas, incluso aunque no me guste lo que hacen, siempre pillo algo.

Qué se trae ahora entre manos. Ahora mismo estoy preparando la segunda exposición individual para la galería Isolina Arbulu, que se inaugurará a mediados de noviembre de este año. En febrero de 2026, Isolina me ha organizado una individual en colaboración con la galería Tamara Kreisler en Madrid. Isolina suele ir a ferias nacionales e internacionales. Este año aún no sé a cuáles va a asistir pero sí sé que está apostando por mi trabajo y se encuentra estudiando cital en el ámbito internacional para poder internacionalizar mi obra.

¿Cuál es su proyecto favorito hasta la fecha? Todos los proyectos que he realizado los he hecho con la máxima energía y con lo mejor que puedo dar de mí en cada momento. Siempre hago las cosas pensando que mañana me puedo morir y que tengo que hacerlo lo mejor posible. Además soy muy crítico conmigo mismo y eso es algo bueno y malo a la vez. Me exijo mucho y todo tiene que estar perfecto. Entonces, respondiendo a la pregunta, me han gustado todos los proyectos que he realizado, pero si tengo que destacar alguno más que otros, sería la primera exposición individual en Isolina Arbulu y la individual que he realizado este año en la Sala Rivadavia.
La exposición en la galería me gustó por el hecho de ser la primera vez que mostraba mi trabajo como profesional del campo de las artes. Todas las obras que hice tenían una fuerza bestial y estaba supercontento de todo lo que me pasó en esa época y de haber conocido a Isolina, con la que tengo una relación súper buena. Además, la muestra tuvo muy buena recepción por parte de los asistentes y muy buenas ventas. La galería es espectacular y la primera vez que la vi me quedé maravillado con el espacio.
A la exposición de Cádiz en Rivadavia, desde el mismo instante en que Paco Mármol me llamó para proponérmela, le puse mucho cariño y empeño por el simple hecho de estar mostrando mi obra y mi persona en mi ciudad, con la gente que me ha visto crecer y con la pasión tan inmensa que le tengo a Cádiz y a mi pueblo. Yo sin Cádiz, no sería el que soy ahora mismo. Todas las cosas que hago, todo lo que muestro, son pensamientos, vivencias y experiencias que he estado viviendo desde pequeño y que actualmente siguen alimentándome. Ese es el secreto de mi trabajo: Cádiz.

¿Por qué tenemos que confiar en él? Mi obra es una mezcla del arte tradicional y figurativo, el que vemos en los museos, del street art, del diseño digital y del arte conceptual, todo en uno.
Me ha costado mucho dar con lo que quería hacer, con la clave de mi estilo y mi trabajo. Aún así, sigo incorporando conceptos e ideas nuevas y sigo cambiando cosas. Mi obra no está situada en un único estilo, se sitúa entre la abstracción y la figuración porque creo que la una no puede vivir sin la otra. Mis fondos son abstractos, degradados de colores intensos y muy modernos a los que incorporo objetos figurativos.Actualmente, a las obras que necesitan un plano, ya sea suelo o superficie de una mesa, les inserto un plano geométrico distinto para cada obra.
En resumen: mezclo la obra de artistas callejeros que trabajan con el arte abstracto y el spray de la talla de Felipe Pantone con la obra de artistas figurativos que trabajan con óleo, pinceles y con aerógrafos, como Justin Mortimer, y creo un conjunto que pienso que es algo novedoso, moderno y potente.

¿Dónde se ve de aquí a un año? Firmaría seguir como estoy actualmente, poco a poco, escalando montañas cada vez más altas. Soy como un alpinista que busca llegar a los ocho miles. Comienza a subir montañas de dos mil metros, tres mil metros, hasta que se ve capacitado para las de cinco mil o seis mil, finalizando por los ochomiles y el Everest. Tengo ese mecanismo de trabajo. Voy escalando y aclimatándome por el camino. Cada día doy un paso y un adelanto más, hasta llegar a la cima.
Si todo sale como lo visiono en mi mente, muchas personas que me conocen, y las que no pero saben que me dedico a esto se van a quedar perplejas cuando vean dónde voy a terminar. Mi intención ha sido siempre la misma: trabajar, crear y hacer lo que yo quiero cuando quiero y donde quiero.

Defínase en un trazo.

¿A quién cedería el testigo de esta entrevista? Pues se lo cedería a un buen amigo y pedazo de artista como es Manolo Mesa, que es reconocido internacionalmente por sus maravillosos murales y cuadros. Además es paisano mío de El Puerto de Santa María y, desde hace muchos años, le tengo mucho respeto y admiración por lo que hace y lo que ha hecho toda su vida: pintar.
abc