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Preparativos de evacuación en los museos para preservar sus obras de los conflictos armados

Preparativos de evacuación en los museos para preservar sus obras de los conflictos armados

Los conflictos armados se multiplican y los museos alistan preparativos de evacuación para preservar sus obras de los posibles ataques sobre las ciudades en las que tienen sedes. Por un lado, Kiev ya evacuó 630.000 objetos de alto riesgo para evitar robos de las tropas de Rusia y, por otro, Polonia se prepara para salvar su patrimonio ante una posible invasión de Vladímir Putin.

Una vista interior muestra un museo regional de historia local dañado tras lo que, según los lugareños, fue un reciente bombardeo por parte de las fuerzas ucranianas en Donetsk, al este de Ucrania, el 22 de agosto de 2014. REUTERS/Maxim Shemetov Una vista interior muestra un museo regional de historia local dañado tras lo que, según los lugareños, fue un reciente bombardeo por parte de las fuerzas ucranianas en Donetsk, al este de Ucrania, el 22 de agosto de 2014. REUTERS/Maxim Shemetov

La ministra polaca de Cultura, Hanna Wróblewska, confirmó que su país está ultimando un plan para trasladar y poner a salvo su patrimonio artístico en otros países en caso de invasión rusa. En una rueda de prensa en Varsovia, Wróblewska afirmó que el plan de contingencia, que estará listo antes de fin de año, es "absolutamente necesario, porque la guerra en Ucrania nos enseñó que (una invasión rusa) desencadenaría una guerra no solo por territorio, no solo para destruir nuestra identidad nacional, sino también muestra cultura".

Estrategia de seguridad nacional

Según explicó la ministra, esta decisión es "parte de una estrategia de seguridad nacional más amplia" del Gobierno polaco, que también contempla duplicar el tamaño de las fuerzas armadas a 500.000 efectivos y reforzar la protección fronteriza de su flanco oriental.

El proyecto del ministerio de Cultura de Polonia cultural se basa en la cooperación con gobiernos extranjeros para asegurar el almacenamiento temporal de pinturas, esculturas, libros raros e instrumentos musicales de aproximadamente 160 instituciones estatales, si bien se espera que muy pronto participen también museos y galerías privadas.

La supervisión de esta vital operación ha sido confiada a Maciej Matysiak, un excoronel del ejército y exsubdirector de la agencia de contrainteligencia militar de Polonia, quien ahora lidera el recién creado Departamento de Seguridad y Gestión de Crisis del Ministerio de Cultura.

Foto tomada el 30 de mayo 2022 que muestra el museo dedicado al filósofo Hryhoriy Skovoroda, destruido por un misil ruso. EFE/Esteban BibaFoto tomada el 30 de mayo 2022 que muestra el museo dedicado al filósofo Hryhoriy Skovoroda, destruido por un misil ruso. EFE/Esteban Biba

La experiencia de Polonia en ayudar a Ucrania a reubicar sus bienes culturales tras la invasión rusa de 2022 ha sido una base fundamental para este plan.

Wróblewska recordó que, en la guerra de Ucrania, "el bando ruso utiliza la cultura y las obras de arte materiales como arma".

Lituania, Letonia y Estonia también están desarrollando planes de emergencia similares.

Objetos evacuados

La agresión rusa “no trata de kilómetros cuadrados de tierra” para anexionar, sino que busca “borrar la identidad cultural” de Ucrania, dice la viceministra ucraniana de Cultura, Galyna Grygorenko, quien contabiliza 630.000 objetos evacuados de museos en zonas de alto riesgo y lamenta que quedan pocos “espacios adecuados” para salvaguardar el arte en el país.

La cultura suele ser una de las víctimas de los conflictos armados, pero en este caso, según Grygorenko, “esa es la razón principal de esta guerra, y eso es exactamente lo que está protegiendo” el Gobierno ucraniano, que apoya desde la agresión rusa de febrero de 2022 a instituciones culturales como museos, bibliotecas, centros culturales y teatros con fondos y subvenciones estatales, y medidas de seguridad “para que sigan funcionando” en plena guerra, dice.

“Todo parte de algo muy claro: esta guerra no trata de kilómetros cuadrados de tierra, sino de identidad cultural. Rusia está intentando borrar esta identidad”, señala la viceministra en una entrevista en Países Bajos, adonde ha viajado para la inauguración de una exposición en el Museo Bredius de La Haya.

La muestra, Antiguos Maestros de Kiev, abrió con 14 pinturas del famoso Museo Janenko de Kiev, combinadas con 12 obras de la colección del museo neerlandés, fundado por Abraham Bredius, quien viajó en 1897 por Europa del Este buscando pinturas desconocidas de Rembrandt con motivo de la coronación de la reina Guillermina (1898), y conoció a la pareja de coleccionistas Bohdan y Varvara Janenko. Bredius fue director del Mauritshuis de La Haya

Imagen del edificio del centro de Kiev en el que vivió el escritor Mijaíl Bulgákov, que alberga un museo dedicado a su vida y su legado. A la derecha, la estatua que le representa protegida por sacos de tierra de los constantes bombardeos rusos sobre la capital de Ucrania. EFE/ Marcel GascónImagen del edificio del centro de Kiev en el que vivió el escritor Mijaíl Bulgákov, que alberga un museo dedicado a su vida y su legado. A la derecha, la estatua que le representa protegida por sacos de tierra de los constantes bombardeos rusos sobre la capital de Ucrania. EFE/ Marcel Gascón

En cuanto a colecciones permanentes, la situación es más difícil. Muchas han sido evacuadas desde el este de Ucrania hacia el oeste, porque están más cerca del frente. Se han movido unos 630.000 objetos de museos: es el mayor movimiento de colecciones desde la Segunda Guerra Mundial. Pero como el frente sigue cambiando, tenemos que seguir asegurando las colecciones. Intentamos mantenerlas en Ucrania, pero nos estamos quedando sin espacios adecuados”, dice.

Para salvaguardar estos objetos, se necesitan lugares con control de humedad, temperatura, y luz. Las autoridades también están “creando copias digitales y registros para, en caso de que algo sea robado u ocupado por Rusia”, Kiev puede tener pruebas de que pertenecen a Ucrania.

La propia colección Janenko no salió indemne de la Segunda Guerra Mundial: entre 1941 y 1943, los ocupantes alemanes robaron parte de la colección y muchas de las pinturas siguen desaparecidas. Desde el inicio de la invasión rusa, el Museo Janenko ha sido vaciado y la colección se ha almacenado en otro lugar.

Muestras en el extranjero

Parte de proteger las colecciones también es exhibirlas en el extranjero. No todo puede ser transportado, pero hacemos lo que podemos. Esta exposición es un ejemplo de eso. Queremos mostrar la cultura ucraniana, y la cooperación mutua”, señaló Grygorenko, que subrayó que “la cultura no es decoración, es humanidad. Es vivir nuestra vida y expresar nuestras esperanzas hacia un futuro mejor” y con esa mentalidad Kiev trabaja para “proteger” su patrimonio cultural.

Detalle de la plaza Rynok en Leópolis (Ucrania), donde un dron destruyó por completo el Museo Romano Shujevich y un misil alcanzó un edificio en la zona de amortiguamiento del sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Foto: EFE - Rostyslav AverchukDetalle de la plaza Rynok en Leópolis (Ucrania), donde un dron destruyó por completo el Museo Romano Shujevich y un misil alcanzó un edificio en la zona de amortiguamiento del sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Foto: EFE - Rostyslav Averchuk

La idea es que, a pesar de la guerra, la vida continúa: en Járkov, cerca del frente y la frontera rusa, los eventos culturales se hacen en sótanos o lugares acondicionados como refugios; la Ópera adaptó una sala segura para 400 personas (menos de los 1.700 habituales) para seguir con sus funciones; y, desde el inicio de la invasión, se han creado más de 100 nuevas obras de teatro en ciudades como Leópolis, Kiev u Odesa, y han abierto unas 10 librerías nuevas solo en la capital.

El pasado febrero, ministros de Cultura de la Unión Europea subrayaron la urgencia de preservar el patrimonio, luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales ucranianos e imponer sanciones a los implicados en su saqueo.

Según datos de las administraciones regionales ucranianas, las infraestructuras culturales dañadas o destruidas ascienden a más de 2.185, incluidas 476 verificadas por la Unesco, desde el inicio de la guerra.

Clarin

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